Comunicación boca a boca, para salvar tu empresa, también en verano

Un emprendedor es alguien que trabaja, idea, piensa en su negocio…. incluso cuando está en su momento de ocio.
El verano que en muchas ocasiones nos lleva de un lado a otro de la geografía nacional e incluso internacional, es un gran momento para dar a conocer tu empresa, para pulsar como vender nuevos productos, para tomar impulso, contrastar modas, revisar rutinas…

Pero sobre todo es un buen momento para practicar una buena comunicación, el boca a boca. Esta práctica, el boca a boca que da aire, que es muy utilizada para sacar adelante al enfermo moribundo; es también muy útil para salvar nuestra empresa. Es cierto que quien no está en las redes sociales no existe, pero también es cierto que los grandes acuerdos, las alianzas… se firman en el face to face, en la comunicación boca a boca. Se valiente y lánzate al ruedo de la visibilidad. Pero antes, piensa bien como “vendes, presentas, explicas” tu empresa, como resaltas los logros y cómo salvas los peros… esto te ayudará a buscar alianzas en el exterior para los puntos débiles y a resaltar los bondades que ofreces.

Esta herramienta no te será útil solo para presentar tu empresa al exterior, sino para poner orden en tus propuestas de venta. Quizá no te hayas dado cuenta, pero los humanos pensamos más y mejor cuando hablamos… incluso con nosotros mismos. Cuando nos damos explicaciones, ponemos las neuronas a funcionar… decimos, ¡hasta que no lo he dicho, no lo he pensado, ahora que lo digo, es verdad! Solo cuando ponemos palabras al pensamiento, aceleremos y provocamos mayor trabajo de nuestras neuronas y sus sinapsis, sus uniones… abriendo nuevos caminos en nuestro cerebro y en nuestras formas de venta…
Así es que amigo, practica la comunicación boca a boca, para salvar tu empresa, también en verano.

No es lo que dices, es lo que callas La comunicación no verbal es para todos: El rey y la roja

La comunicación no verbal es la más sabia, la que ofrece la verdad o la mentira de lo que decimos en un escaparate. La que da más datos al receptor, la que según el psicólogo alemán Albert Mehrabian ofrece el 90 por ciento de los datos en la comunicación. Sólo un siete por ciento de la información proviene de las palabras, el resto proviene del tono, de los hechos, de los silencios, de las posturas, de las miradas… de lo que la comunicación verbal no pudo ocultar…

¿No ha habido nadie que le pudiera poner al rey emérito y a la roja, las pilas por sus gestos… es decir, por la ausencia de gestos?

En las recientes fechas el rey emérito Juan Carlos dejó claro su cansancio, su hastío de este final de temporada… no hubo calor familiar… Las dos reinas, la emérita -y hasta ahora esposa-; la actual -y hasta ahora nuera-, fueron más generosas en el aplauso y en el beso… más prodigas en los gestos…
Gestos que estuvieron ausentes en el monarca, como cuando uno está triste y sin aliento… como si el final del reinado coincidiera con el final de una familia… me recordó a los Buendía de García Márquez, ese realismo mágico del que tanto disfruta Isabel Allende.

Y luego están los negros sucesos de la roja. Su silencio atronador ante la oferta de ofrecer sus primas para pagar bocadillos… se convirtió en una profecía auto cumplida… da igual lo que pasó después, da igual que no ganarán nada… el silencio de la roja ha sido una bofetada para miles de seguidores que esperaban de los héroes el comportamiento de los grandes… No hubo goles, pero tampoco prometieron jamón. La falta de palabras y de gestos ante una sociedad con más de dos millones de niños hambrientos ha sido un mensaje negro para la roja… Solo cuando se den cuenta del daño que le han hecho a su marca querrán dar marcha atrás….

Como desearían también volver sus pasos en ese aeropuerto en el que dejaron a seguidores, incluidos niños e inválidos con las caras pintadas y el corazón marcado por la desilusión. No aparecieron, no comparecieron… salieron por la puerta de atrás… mala comunicación, mal gesto, hastío también de final…

El último gol en propia puerta se lo metió la comunicación verbal…

Comunicación y responsabilidad social corporativa, Brasil sin ir más lejos

¿Qué cosa es la responsabilidad social, RSC? Es el componente voluntario del “buenísmo” que una empresa desarrolla con sus proveedores, con sus clientes, con sus trabajadores, con el medio ambiente.

Una buena y apropiada responsabilidad social corporativa trae aparejada una buena reputación, un sello de garantía adicional, un marchamo de éticamente responsable.

¿No sabes a qué hace alusión? Hace alusión al comercio justo, a los salarios justos de los trabajadores, a la conciliación de la vida familiar y laboral, al respeto por nuestros árboles, al favorecimiento de las comunidades que viven a nuestro lado…

Entra por ejemplo en Carrefour, se les llena la boca y los anuncios de decirte en la frutería que esos melones son del pueblo madrileño de Villaconejos o las fresas de Aranjuez. Lo comunican porque saben que ganan puntos con el madrileño de pro, que quiere comprar y prefiere comprar a los suyos, a los cercanos.

Mira las zapaterías presumiendo de Elche, mira la Asturiana presumiendo de vacas y pastores.

No es casual que ambos departamentos estén estrechamente unidos: comunicación y responsabilidad social.

Y ello porque quien hace las cosas bien en el apartado responsable disfruta contando y sacando tajada comunicativa y publicitaria de su trabajo bien hecho. Y cuando las cosas van mal, el primer departamento en salir a cortar el desaguisado de una mala responsabilidad social corporativa es el de la comunicación y las relaciones públicas.

Recuérdese el incendio en los talleres textiles clandestinos, y vergonzosos de Bangladesh, recordemos las malas prácticas de trabajos abusivos, en condiciones lamentables y con salarios exiguos. Muchas grandes marcas se vieron salpicadas, algunas porque trabajaban allí directamente, otras porque no sabían siquiera que habían subcontratado. El caso es que las que se vieron salpicadas, se vieron crucificadas. Y de aquellos lodos, vinieron las indemnizaciones millonarias, las cátedras de RSC en las principales universidades, los acuerdos y colaboraciones con distintos gobiernos y organizaciones no gubernamentales para calmar conciencias…

Con todo, una mala RSC es de lo más difícil de ocultar para un gabinete de prensa y una buena es un chollo al que se le puede sacar una grandísima utilidad. Al cliente le gusta participar de un producto bueno y además socialmente sano… las manzanas podridas se quedan en el cesto.

Dicen que las obras buenas, son para hechas y no dichas… pero no es verdad. Las grandes marcas las susurran, hasta que les hacen un posado robado…; las filtran… porque ser bueno es tendencia, está de moda… y hay que contarlo. ¿Cómo? Bajito, pero para que llegue; con disimulo, pero con fotos a todo color.

La imagen blanca dice que los clubes de futbol no sólo gastan dinero en futbolistas para potenciar el deporte, lo gastan también en escuelas del tercer mundo donde los niños comen y tienen derecho a un futuro. Mucha mejor imagen que señalar que, por ejemplo, en Brasil no quieren ni oír hablar de futbolistas millonarios: prefieren profesores a futbolistas y dinero para hacer frente a los recortes en sanidad y educación, y no parta estadios.

Siempre vende más decir que el futbol trae dinero a quien más lo necesita, que recordar los líos que se trae con hacienda.

Si hay algo que ataque de verdad a la buena comunicación, a la buena imagen de alguien es la denuncia de un pufo con Hacienda, los futbolistas, los cantantes le temen más que al demonio. Nadie en activo quiere ser el malo de la película, porque ser malo no te trae seguidores, ni venta de camisetas, ni entradas de concierto.

En los negocios amigos, lo que se hace con una mano, se recoge con la otra.

Pensamiento visual, herramienta para hablar

Simple, complicado, fácil o difícil, para los que saben dibujar y para los que no sabemos hacer la o con un canuto. Hay quien sabe ser tan virguero como Matti Hemmi y recoger en apenas siete minutos las preguntas más trascendentales que nos hacemos como emprendedores y hay quien no llega tan lejos, pero utiliza el pensamiento visual, para hablar más fluidamente y más tranquilamente. (más…)