La era de la visibilidad contradictoria

Lo que no nombras, no existe. Lo que nombras en vano, desaparece.

Comunicación y visibilidad  una pareja que baila unida, pero que no siempre se entiende.  Puedes empeñarte en hacerte visible, pero si no lo comunicas bien, no existes. Puedes comunicar mucho y mal y hacer que la gente huya de tu negocio o no apueste por el.  Las redes están llenas de mensajes, leemos muchos reclamos y vemos muchos vídeos, pero no todo eso es visibilidad que valga la pena. No todo eso es visibilidad útil y eficaz. No todo es visibilidad que lleve a la acción. Hay visibilidad que lleva al hastío y al olvido.

Visibilidad necesaria. Ponme nombre y comenzarás a saber quién soy.  Pon nombre a una empresa y comenzarás por saber cómo buscarla. Haz visible un tema, y comenzarás a encontrarle expertos, una solución, un foro de discusión.

Solo cuando algo existe comienza a tener más repercusión. De ahí la importancia de meter o visibilizar determinados temas en la agenda política, científica, personal.

Cuando un tema se pone de moda, ese tema entra en la agenda y se busca solución o se critica hasta la extenuación.

Los abuelos pidiendo en la calle su pensión han hecho que el tema de las pensiones sea ya ineludible en las agendas políticas, los famosos que han hecho visibles ciertas enfermedades han hecho que esas enfermedades encuentren padrinos que ponen dinero para investigar, los homosexuales que han salido del armario han quitado muchos candados al encierro de otros muchos.

El maltrato ha saltado a la palestra desde que salió de casa para agitar conciencias, mover leyes y extender abrazos donde antes había solo silencio. La batalla contra el maltrato ha pasado a ser asunto de todos porque algunas valientes lo hicieron visible.

Las grandes empresas lo son porque aprender a hacerse visibles, a formar parte de la vida cotidiana. Las frases de sus anuncios están en las charlas de bar y sus marcas forman parte del uniforme de una tribu urbana o de otra. Son visibles y fáciles de encontrar, de alcanzar, de consumir. Se hacen visibles y luego se hacen necesarias.

Visibilidad nula. Solo una buena visibilidad puede servirte para mejorar tu carrera profesional, poner en marcha una iniciativa, comenzar la defensa de unas ideas…

Visibilidad como opción frente al silencio de otros muchos, que ni desean ni necesitan hacerse visibles. Dicen que solo los ricos muy ricos, los que antes vendieron y ya no necesitan hacerlo, los que tienen el ego curado de espanto… pueden volver a la invisibilidad. Solo los que no necesitan estar en el mundo pueden olvidarse de redes, de la visibilidad constante, del postureo impaciente… Corre el rumor de que hay millonarios que tienen gabinetes de prensa para poder ser invisibles, para no conceder entrevistas, para que nada sala de ellos. Hay gente que se dedica a volver invisibles a otros en las redes, anulando su pasado, borrando huellas que ya no vienen al caso.

Visibilidad infoxicada. Hay por fin una visibilidad doliente. Terrible porque supone desgaste, supone sufrimiento, supone que no termina de removernos. La visibilidad de temas que son tratados de forma recurrente, como serpientes de verano y Navidad, que provocan espanto y respingo, pero no llevan a la acción. En su escala más alta, en su versión más atroz es la visibilidad de los campos de refugiados, de los niños hambrientos que entran en nuestras teles y salen a golpe de zaping. Son temas que no han logrado la visibilidad necesaria, la que exige entrar de forma real en las agendas de los asuntos importantes y prioritarios de los estados y de las personas … aparecen todos los días y desaparecen sin que haya un movimiento real que desee poner solución a todo ello. La visibilidad infoxicada es también la que en otro plano y en otra escala viven cientos de emprendedores empeñados en aparecer en una realidad que les deja de lado porque no son necesarios, ni entendidos ni escogidos.

Doy muchos cursos y conferencias sobre visibilidad y a menudo me pregunto si la gente es consciente de que la visibilidad es uno de los asuntos más complejos y apasionantes en esta sociedad  super-expuesta, de comunicaciones rápidas y atención escasa. Cuando doy clase de visibilidad a empresarios y emprendedores, les pido que se miren a sí mismos, que se expliquen lo que quieren mostrar y cómo. Si ellos estuviesen atentos a ese reclamo. Y me encuentro que hay una necesidad de hacerse visible para emprender, para mantener un negocio… quieren tener paginas web, y blog, y canales de YouTube… y redes…quieren llegar a los medios… pero hay poco tiempo en pensar. se les va la intención en puntos suspensivos. Para que la visibilidad entre en la agenda de otras personas, para que nuestra realidad sea una realidad compartida la visibilidad tiene que ser estudiada, tener estrategia, tener compromiso de continuidad y saber muy bien a quien, por qué y para qué esta destinada.

El primer punto para tener una buena visibilidad es que puedas explicarte a ti mismo lo que haces y porqué crees que otro debe verte, oírte, escogerte. Qué sepas quien está al otro lado de tu mensaje.

Me encuentro con una visibilidad invisible. No se han parado a estructurar su mensaje ni dónde está su público.  Si no sabes expresarlo, no existe. Enciende el foco sobre ti mismo.  Rocío del Cerro Comunicación.