Estuve el otro día con las mujeres rurales, en mi cita anual con FADEMUR y me di cuenta de que son mujeres que salvan con dosis extras de valentía y de verdad la falta de conocimientos en comunicación.
Pensé: ya quisieran los políticos tener esta claridad de pensamiento y esta agilidad verbal para decir las cosas con palabras de calle y llevarlas al mismo cielo.
Cada vez defiendo más el valor de la naturalidad y la verdad frente a cualquier impostura y me doy cuenta que una comunicación para ser eficaz tiene que ser veraz y salir de la entraña.
Analizamos sus negocios, y veíamos como muchos de ellos se basan en la venta de experiencias, en la venta de tradiciones, artesanía, gastronomía y cómo lo importante ahí era tocar el corazón del cliente. No se compra queso de pueblo porque se necesite, se compra queso de pueblo, porque es de pueblo, porque te lleva a la infancia, porque es el mejor… Y entonces les recuerdas el valor de lo qué hacen y porqué lo hacen, y te clavan un anuncio mucho mejor que el del Litoral.
Me di cuenta de que tienen el storytelling que muchos ejecutivos buscan, que saben las técnicas de venta a base de buscar de mercadillo en mercadillo el jornal para comer. En materia de comunicación el mundo rural es más rico en experiencias, tienen mucho storytelling y mucho elevator pitch, saben las palabras clave, pero no tienen tiempo de perderse en discursos llenos de conceptos en inglés
Entonces me dije: no es añadir, es ordenar; no es cargarles con más trabajo, es enseñarles a hacer un uso eficaz de sus redes y concienciarles de que Internet, la venta a través de las páginas web, los vídeos… han llegado para quedarse.
Y así llegó la teoría de la W. La teoría de la w me gusta mucho porque es muy gráfica y muy fácil de recordar.
- La comunicación verbal se hace en forma de W, se coge la atención del que escucha, y cuando ves que la atención cae, debes atraerla de nuevo hacia ti, porque la atención del cliente es caprichosa, sube y baja.
- Hay que crear el efecto Wow, se trata de llamar la atención sobre nuestro producto, sobre nuestro establecimiento, sobre la verdad de nuestra marca personal… se trata de mostrar que lo nuestro es tan diferente, tan bueno … que quien nos conozca le de valor y no precio. Si vendes por precio, vendes por oferta y ahí no se puede competir con las grandes superficies.
- La tercera W, es el poder de la página Web. Una página web clara, visual, amable, que ayude a localizar el negocio, a realizar el contacto, a poder hacer una compra y una reserva, a pagar rápido antes de al cliente se le pasen las ganas de realizarla. Una página puesta al día, donde inserten vídeos, donde se vea la calidad 365 días, 24 horas.
- La cuarta W, es Wifi, para los establecimientos hoteleros, para los restaurantes, para los museos… es importante tener Wifi. Porque de ello depende que los clientes se conviertan en mensajeros, en portavoces de los negocios. Esa foto de la comida que se envía a la cuñada, esa cama de hotel que se enseña a una amiga… esa artesanía que se deja ver en todas partes… wifi, internet y redes para llegar más rápido y más lejos.
Comencé con la teoría de la W y fuimos dando pasos en la formación. Pero todas las formaciones de Rocío del Cerro Comunicación son prácticas. Ellas hablan, y yo aprendo.
Y de ellas me quedé con algunas frases: si no se cuida el mundo rural terminarán siendo parques temáticos desiertos. Y en este mes de la mujer se insistió: o hay mujeres con los mismos derechos y oportunidades en el campo y en las ciudades, o el despoblamiento de los pueblos será cada vez más galopante. No quieren ser heroínas sino felices… y no se lo ha dicho ningún manual, se lo ha dicho la vida.
¿Y sabéis qué? Que me encanta dar clase a gente tan proactiva, con tantas ganas de llevárselo puesto, con tantas ganas de sumar técnica y estrategia a todo lo que ya saben. Gente sabia, gente Wow.