Lo de esta semana ha puesto de manifiesto más alto, más claro, con más colores y más luces de neón…. lo que todos sospechábamos. Estos políticos hablan para su cuello, porque no les entiende nadie… Si el CIS hubiera hecho una encuesta esta semana hubieran suspendido primero de políticos.
Yo no voy a entrar a valorar si lo que hacen y sobre todo lo que no hacen, me parece bien o mal (esa es una faceta de periodista que ahora mismo no ejerzo pero padezco); voy a dejar el tema circunscrito a la comunicación que ya lleva bastante carga de estupefacción.
Lo primero que se le pide a quien dirige una situación de emergencia es que tenga todo controlado. En la política, como en la economía, como en la calle, el deseo de seguridad es el gran deseo para hacer frente a la crisis. El primer objetivo de la comunicación de liderazgo en momentos de crisis es ofrecer seguridad.
Por sus apariciones en la tele les conocemos, porque es lo que vemos. Y hemos visto un totum revolutum. Han querido dar la sensación de estar trabajando para erradicar el ébola sin descanso, y nos han mostrado la certeza de que lo hacían desde el aturdimiento. Nos han querido dar la imagen de que no tenían tiempo ni para hablar, y lo primero que hay que hacer con los clientes es darles explicaciones. Y sobre todo hay que dar muchas, muchas explicaciones si de lo que se trata es de calmar el dolor, y el miedo.
Los votantes son sus clientes, pero sobre todo son ciudadanos a los que hay que tratar con respeto, porque es materia muy sensible, a la que no le gusta quedar como “silencio de los corderos”. No se pueden dar explicaciones a medias porque ese tipo de explicaciones abren las puertas del miedo, no se puede aparecer con cara de pánico porque esa es una emoción que se transmite incluso antes de que la boca articule palabra, no se puede hablar tarde y mal, porque se ha dejado el altavoz en manos de otros…
Ana mato no supo tener una comunicación de liderazgo, le dan miedo los periodistas, y le da miedo hablar en público. Eso se nota y lo anotamos, porque pone de manifiesto inseguridad en sí misma, en lo que se hace y en lo que es capaz de expresar. El susurro, la mirada baja, el encogimiento corporal… son señales de deseo de desaparición y huida. ¿Y qué piensa un ciudadano entonces?
El Presidente habla poco y tarde, no son las reglas de una comunicación de liderazgo. En esta ocasión la técnica de dejar que las cosas se maduren con el tiempo, solo da lugar a la podredumbre. La intervención en las Puertas del Hospital será estudiada junto a la de su colega, como “lo que no debe hacer un político en caso de comunicación de crisis extrema”.
Otro de los principios de la comunicación corporativa en momentos de crisis es ser empático con el que sufre, veraz con el que pregunta, adelantarse a las preguntas para tenerlas preparadas, y suprimir cualquier deseo de ser lenguaraz, o políticamente incorrecto… ¿Qué le pasó al consejero de sanidad de la Comunidad de Madrid? ¿No tenía a nadie al lado?
¿Se han fijado lo que ha hecho el gobierno en materia de comunicación? Han cambiado estas caras, por la cara que da más sensación de liderazgo y de saberse la lección. Soraya Sáez de Santamaría quizá no sea la que mejor se sepa el tema, pero si la que saca mejor nota a la hora de explicarse, porque su comunicación verbal y no verbal es de mayor contundencia. Cada vez que hay que decir algo desde la tribuna, o desde el atril, sacan a Soraya a la palestra… lo hacen porque tiene formas de buena estudiante, capaz de argumentar, vocalizar, soltar el titular y callarse. No hace bucle, no se pierde, mira de frente y escucha.
No te digo que te guste, te digo, que tiene la lección mejor aprendida…
Y ahora hay un portavoz único, un hombre sin traje ni corbata, de corte científico y no político, que da mayor veracidad a las informaciones, porque parecen no estar contagiadas de política.
Se ríen cuando los que nos dedicamos a la comunicación, les decimos que es una asignatura que siempre suspenden para septiembre, y que solo se empeñan en recuperar cuando ven el examen de las urnas cerca.
Para primero de político los partidos deberían recordar que trabajan con material sensible, seres humanos que quieren recibir el mejor trato y las mejores explicaciones. Y en esto de las explicaciones cuanto más rápidas, más veraces, más claras y más seguras, mejor. Mucho mejor.