por Rocío del Cerro | Mar 4, 2018 | Comunicación, Emprendimiento, Formación, Marca, Redes Sociales
Estuve el otro día con las mujeres rurales, en mi cita anual con FADEMUR y me di cuenta de que son mujeres que salvan con dosis extras de valentía y de verdad la falta de conocimientos en comunicación.
Pensé: ya quisieran los políticos tener esta claridad de pensamiento y esta agilidad verbal para decir las cosas con palabras de calle y llevarlas al mismo cielo.
Cada vez defiendo más el valor de la naturalidad y la verdad frente a cualquier impostura y me doy cuenta que una comunicación para ser eficaz tiene que ser veraz y salir de la entraña.
Analizamos sus negocios, y veíamos como muchos de ellos se basan en la venta de experiencias, en la venta de tradiciones, artesanía, gastronomía y cómo lo importante ahí era tocar el corazón del cliente. No se compra queso de pueblo porque se necesite, se compra queso de pueblo, porque es de pueblo, porque te lleva a la infancia, porque es el mejor… Y entonces les recuerdas el valor de lo qué hacen y porqué lo hacen, y te clavan un anuncio mucho mejor que el del Litoral.
Me di cuenta de que tienen el storytelling que muchos ejecutivos buscan, que saben las técnicas de venta a base de buscar de mercadillo en mercadillo el jornal para comer. En materia de comunicación el mundo rural es más rico en experiencias, tienen mucho storytelling y mucho elevator pitch, saben las palabras clave, pero no tienen tiempo de perderse en discursos llenos de conceptos en inglés
Entonces me dije: no es añadir, es ordenar; no es cargarles con más trabajo, es enseñarles a hacer un uso eficaz de sus redes y concienciarles de que Internet, la venta a través de las páginas web, los vídeos… han llegado para quedarse.
Y así llegó la teoría de la W. La teoría de la w me gusta mucho porque es muy gráfica y muy fácil de recordar.
- La comunicación verbal se hace en forma de W, se coge la atención del que escucha, y cuando ves que la atención cae, debes atraerla de nuevo hacia ti, porque la atención del cliente es caprichosa, sube y baja.
- Hay que crear el efecto Wow, se trata de llamar la atención sobre nuestro producto, sobre nuestro establecimiento, sobre la verdad de nuestra marca personal… se trata de mostrar que lo nuestro es tan diferente, tan bueno … que quien nos conozca le de valor y no precio. Si vendes por precio, vendes por oferta y ahí no se puede competir con las grandes superficies.
- La tercera W, es el poder de la página Web. Una página web clara, visual, amable, que ayude a localizar el negocio, a realizar el contacto, a poder hacer una compra y una reserva, a pagar rápido antes de al cliente se le pasen las ganas de realizarla. Una página puesta al día, donde inserten vídeos, donde se vea la calidad 365 días, 24 horas.
- La cuarta W, es Wifi, para los establecimientos hoteleros, para los restaurantes, para los museos… es importante tener Wifi. Porque de ello depende que los clientes se conviertan en mensajeros, en portavoces de los negocios. Esa foto de la comida que se envía a la cuñada, esa cama de hotel que se enseña a una amiga… esa artesanía que se deja ver en todas partes… wifi, internet y redes para llegar más rápido y más lejos.
Comencé con la teoría de la W y fuimos dando pasos en la formación. Pero todas las formaciones de Rocío del Cerro Comunicación son prácticas. Ellas hablan, y yo aprendo.
Y de ellas me quedé con algunas frases: si no se cuida el mundo rural terminarán siendo parques temáticos desiertos. Y en este mes de la mujer se insistió: o hay mujeres con los mismos derechos y oportunidades en el campo y en las ciudades, o el despoblamiento de los pueblos será cada vez más galopante. No quieren ser heroínas sino felices… y no se lo ha dicho ningún manual, se lo ha dicho la vida.
¿Y sabéis qué? Que me encanta dar clase a gente tan proactiva, con tantas ganas de llevárselo puesto, con tantas ganas de sumar técnica y estrategia a todo lo que ya saben. Gente sabia, gente Wow.
por Rocío del Cerro | Feb 5, 2018 | Comunicación, Marca, Turismo
Varios amigos han estado en Navidades en NYC. Ya saben el invierno y las Navidades en Nueva York son mágicas: la decoración, patinar sobre hielo, pasear por Central Park; mirar de lejos, de perfil y de frente la estatua de la Libertad, impresionarse por la altura de los edificios, la majestuosidad de las calles y los neones XXL… las tiendas, los perritos calientes, los puentes…
Muchos amigos estuvieron y nos volvieron a contar lo que las películas nos habían mostrado… certificaron que el cine contaba la realidad… volvimos a vivir con ellos y en sus fotos las escenas que el séptimo arte nos ha traído una y otra vez a la pantalla grande, a las pantallas del salón y a las de todos los dispositivos móviles.
NYC es la meta de miles de familias en todo el mundo, porque el cine nos la ha retratado tantas veces que forma parte del imaginario colectivo. Gracias a las películas hemos llorado, reído, enamorado, hecho el amor y el ridículo en las calles de Nueva York… junto a sus protagonistas; hemos sentido el frío, disfrutado de sus tiendas, nos hemos montado en sus taxis… se ha convertido en un escenario familiar y hemos pasado muchos minutos de nuestra vida allí…
El cine la ha convertido en la ciudad donde todo el mundo desea ir… casi todo el mundo… una vez en la vida…
En la temporada 2016-2017 se rodaron allí 56 series de televisión y es el lugar favorito para rodar cualquier historia.
Lo que quizá muchos de ustedes no sepan es que los rodajes en Nueva York tienen ayudas, incentivos fiscales interesantes… Los papeles dicen que EL lobo de Wall Street recibió 30 millones por rodar allí… California se está poniendo seria y está aumentando sus incentivos para que los directores vuelvan a fijarse en su ciudad, cientos de millones de dólares para conseguir que vuelvan.
Barato, si se tiene en cuenta la promoción que hacen las películas de las ciudades en las que se ruedan. Miren, Nueva York está rodada de día y noche, en verano e invierno, al milímetro. Cada película, cada serie, cada programa que se rueda allí es un gran anuncio de la ciudad, es un reclamo de más billetes de avión y más sueños por cumplir, es un recuerdo a las familias de que hay que llegar allí… A sus tiendas, bares, calles…
Hay ciudades como Nueva York, San Francisco, Roma, París… que le deben mucho al cine. Han sido documentales hechos con imaginación y corazón.
Las ciudades con sello de marca son las que uno desea visitar. Por eso cada ciudad del mundo, va escogiendo sus marcas particulares (espiritualidad, riqueza, ostentación, rareza) … y se deja querer por el cine. En la era de la comunicación, lo que no se muestra no existe. Dar ayudas para mostrar lo mejor, es el precio que se paga por tener anuncios de gran metraje en las pantallas de todo el mundo.
Muchas ciudades de nuestro país van interesándose en ello porque comprueban que las ayudas fiscales y de todo tipo (localizaciones, permisos) para rodar, traen trabajo, turismo y más cine. Madrid como plató todavía tiene mucho que contar… pero lo cierto es que las oficinas de rodajes comienzan a moverse, porque todo lo que sea poner en la pantalla la ciudad, se traduce en puestos directos para el cine y promesa de incremento de turismo en miles de visitas… De hecho, los periódicos estrenaban febrero contando que la Comunidad de Madrid destinará 650 mil euros para subvenciones a películas y cortos este año.
Comienzan a darse negocios que consisten en enseñar la ciudad de las películas, de los libros, de las series…. Recorridos por el Madrid de Galdós, o los bares de la Movida madrileña…
Quitamos muchas veces los anuncios, los suprimimos a golpe de mando… pero los seguimos admirando sin darnos cuenta en forma de películas… y los consumimos como sueños a realizar. El cine es ahora un gran anuncio, y las ciudades son platós que se dejan admirar en las pantallas porque saben que eso se convierte en mejores cifras de turismo.
El cine es un gran aliado a la hora de fabricar marcas, lo hemos visto en NYC, pero qué me dicen de Steve Jobs, por ejemplo. Ahora las grandes marcas, comienzan a volver los ojos a la gran pantalla
Luces, cámara y acción… tres principios que toda marca debe cumplir para ser conocida. Antes le bastaba el anuncio de 20 segundos. Estas Navidades lo hemos visto cada vez más: las grandes marcas no hacen anuncios, crean historias y las que pueden, hacen cortos cuidados.
Poco a poco el corto y el documental crean tendencia. No es nuevo. Grandes empresas y sectores han tirado del cine para poner sus productos en primer plano… las marcas lo saben… y están haciendo el camino que les lleva a la pantalla grande…
Y cada vez son más las grandes empresas que quieren hacer más grande su marca rodando buenos cortos y buenos documentales… dar contenido a sus productos.
En Rocío del Cerro Comunicación lo vivimos cada día. Las empresas son cada vez más visuales y necesitan mostrarse más y mejor, para convertirse en marca con opción. Nuestro cerebro es visual, y si se le da contenido del bueno, lo retiene… lo busca y lo quiere…No es patrocinar historias, es contar la historia… no es vender el producto… es que lo toques, lo sientas y lo vivas en la pantalla…
Un anuncio directo al corazón, como Nueva York, con Woody Allen o Richard Gere. A cualquier hora del día, para desayunar con diamantes o tener algo que recordar…
por Rocío del Cerro | Dic 1, 2017 | Marca personal, Networking
Hablaba el otro día con @Evaluque sobre la necesidad que tienen sobre todo los emprendedores de ir cambiando y adaptando su marca personal al cambio de actividad y de entorno. Si eres emprendedor sabes muy bien de lo que te hablo; si trabajas en una empresa, también. La evolución de la marca le afecta a unos y otros, a los profesionales independientes y a los que trabajan por cuenta ajena pero ven cómo su papel dentro de las empresas cambia, cómo las marcas corporativas también cambian.
Muchos de nosotros hemos comenzado una nueva vida hace unos cinco o seis años. Salimos de la cueva de un trabajo fijo y de la zona de confort agarrándonos a unos conocimientos, pensando en los clientes que veíamos más cercanos… tal y como era el mundo hace cinco o seis años.
Lo que sucede es que nosotros, los de entonces, dijo el poeta, ya no somos los mismos. Pero dejamos nuestra marca exactamente igual en LinkedIn y variamos poco la forma de presentarnos a un cliente, o de mostrar nuestro trabajo en la web.
Tenemos la idea de que cuando uno empieza a trabajar y comienza a arrancar, lo de la marca queda ya para el siguiente que decide emprender.
Te digo que no. Estamos en diciembre. Buen mes para analizar, sopesar y tirar de reciclaje o tirar, así como suena, tu marca, y reorientarla de nuevo.
Mírate en LinkedIn, mira tu foto, tu presentación… piensa a qué cliente querías llegar y a cuál llega ahora, cuál era la base de tu negocio y cuál es ahora… Piensa en lo que pones y destacas… y ahora cae en la cuenta de lo que falta: las áreas nuevas en las que estás trabajando, los casos de éxito que ya tienes, las recomendaciones… Reconoce que cuando empezaste pensabas que el negocio era de otra manera, lo que al cliente le interesaba era otra cosa, lo que tu podías ofrecer era mucho menos que ahora. Tomate un café contigo mismo, háblalo, discútelo, y comienza a quitarte la caspa.
Mira tus tarjetas… piensa si ya tienen algo que ver contigo… si el teléfono es de lo que más tachas porque ya no es el mismo… si la dirección ha cambiado…
Ahora mira tu página web y cuéntame si la has renovado, si ha ido evolucionando contigo o si se ha convertido en una mala imagen de marca de lo que haces ahora.
Créeme, tienes que mirar todo lo que compone la parte visible de tu marca personal y ver si es coherente y realista con tu actividad, con tu misión, con tu valor… con tu marca. Los estudios aseguran que los emprendedores arrancan al principio con más voluntad que pericia, y es la realidad la que les va colocando en su sitio. Menos mal que existe esa realidad, y que el negocio se reorienta en los primeros años de vida, porque muchos no sabían cuando empezaron a dónde iban, ni con qué socios iban. Experimentan muchos cambios en los primeros años, incorporan muchos conocimientos, varían diversos aspectos de su negocio para adaptarse a la realidad.
Ellos cambian, pero no reorientan su marca, no la hacen evolucionar. Eso, piensan, lo hicieron al emprender. Pusieron mucho énfasis en la web, las redes, las tarjetas… pero cuando pasan los años, ya no se piensa más en ello. Los contenidos son los mismos, las webs antiguas, las fotos irreconocibles.
Sonríes porque sabes que hace siglos que no miras ni la página ni las redes con espíritu crítico o con espíritu innovador… porque tienes la misma marca de cuando comenzaste. No vale, quítate la caspa. Empéñate en dar la mejor versión de ti. Fíjate en los detergentes, en los coches… siempre ponen “nuevo”.
Recíclate en tus redes, en tu identidad digital … para que también ellas evolucionen contigo… Nadie te pide estar en ellas, pero si has decidido hacerlo, intenta que tu escaparate no esté antiguo ni lleno de telarañas. Recíclate o te molestará saber que para los demás te has quedado detenido en el tiempo, en el momento en el que empezaste tu nuevo camino… serás casi una foto en sepia.
Dos veces al año por lo menos date una vuelta por tus perfiles, por tu web, por tus tarjetas…
Cuando doy cursos de turismo les digo que me sorprendo a veces con web antiguas que muestran fotos de los hoteles antes de hacer la reforma…
Cuando veo algunas marcas personales echo de menos algunas cosas… por ejemplo casos de éxito que sé que ya tienen, o conocimientos y habilidades que han adquirido.
Dale una vuelta y déjate asesorar por expertos. Déjanos mejorar tu página web, mejorar tus redes, ayudarte a ser más visible y con una marca personal más eficaz.
Dedícate a ti esta Navidad, púlete, saca brillo a ese diamante llamado tú … que el 2018 te acompañe con una marca en la que brilles.
por Rocío del Cerro | Nov 1, 2017 | Imagen, Marca corporativa, RSC, Sin categoría, Sociedad y comunicación
Hace unos años, pocos, recuerdo que entré en un despacho y me dijeron… “no te pago por pensar, te pago por hacer lo que yo digo…” Quizá me dejaría llevar por el ego si dijera que mi idea era fantástica, pero era fan, era una idea destinada a hacer mejor algo, según mi saber y entender…
Quizá las empresas y los empresarios no tienen tiempo para atender todas las ideas que se les ocurre a los trabajadores, o quizá si… si piensan que el trabajo colaborativo suele dar grandes frutos.
Piense un momento, si cuatro ojos ven más que dos, cuánto más verán los de un grupo de trabajadores. Vuelva a pensar, si usted hace publicidad en redes, cuánto mejoraría la viralidad de sus mensajes y su marca corporativa si sus trabajadores también estuvieran interesados en clickear lo que su social media pone…
Hagamos un intento más, imagine que las cosas no van bien, quizá sería de agradecer que los propios trabajadores se implicaran en aumentar las ventas de la empresa, hablando bien de ella, hablando de los productos….
Hay trabajadores que van de ocho a tres y otros que van de nueve a nueve … y a pesar de vivir de…, en…, entre…, para…, por…, según…, su empresa, con horarios muy claros o con horarios de esos que se dicen “de siempre a siempre” son currantes de una empresa a la que no quieren.
Nadie obliga a querer a su empresa, nadie y menos en un mundo como el actual plagado de ERES, despidos en viernes o contratos de días y horas. Nadie obliga, pero lo que si es cierto es que las empresas que consiguen crear fans, trabajan mejor, tienen mayores beneficios, mayor visibilidad, una marca corporativa más consolidada y unas marcas personales, las de sus trabajadores, más capaces de brillar con luz propia y de revertir mayores ganancias, relaciones y creatividad a la propia empresa.
El concepto de trabajador como embajador de marca es cada vez más importante, toda vez que el siglo XXI es el de la sociedad de la información, la sociedad en red y los trabajadores tienen también sus propias redes sociales. Si hace unos años las relaciones con la empresa se dilucidaban sobre todo en las grandes asambleas de trabajadores, hoy las voces de los trabajadores se ven en Internet.
Un buen embajador de marca es aquel que está contento de trabajar en la empresa y lo dice, es aquel que coincide con la misión y los valores de la empresa para la que trabaja y lo muestra, es aquel que se siente a gusto y lo resalta, es la empresa que sabe respetar y sacar brillo al talento de sus trabajadores y lo destaca.
Recuerde que un embajador es un representante de un país en otro, un embajador de marca es un portavoz de su empresa en el exterior. Y puede ejercer su embajada de muchas maneras, en las redes, en las conversaciones con los amigos o como portavoz de su empresa en certámenes o en los medios de comunicación. Pero además los embajadores contaban en sus países lo que veían en el extranjero, eran grandes networkers y sabían establecer alianzas para que los intereses de sus países de origen fueran respetados. Como embajadores de marca, los grandes profesionales pueden ponerle en contacto con perfiles de vanguardia, perfiles únicos, empresas con las que establecer alianzas.
Últimamente también están destacando con fuerza la personalidad y la fuerza de los embajadores de marca en las iniciativas de responsabilidad social corporativa. Desde Rocío del Cerro Comunicación trabajo con grandes empresas en iniciativas sociales destinadas a mostrar sus valores.
Bien, pues cuando son los trabajadores mismos los que hablan de su empresa, la credibilidad y la presencia de éstas en los medios crece. Ilunion Hotels tiene por ejemplo muchos embajadores de marca, trabajadores que participan en diversos eventos deportivos como #somosheroes y que hacen que la sociedad vea reflejado en ellos los valores que propugna la propia empresa: el éxito de las capacidades diferentes, la fuerza del trabajo en equipo… Bien pues cada trabajador que ha participado es un embajador de la marca Ilunion Hotels. Míralo, en el vídeo donde se recoge la aventura de los trabajadores de Ilunion Hotels haciendo el camino de Santiago en bicicleta. Llevan el logo, hablan de su empresa, unen los valores de la misma a los valores del deporte, presentan una imagen positiva, alegre, llena de vida. https://youtu.be/FMT8i649W2A
Convertir a los trabajadores de su empresa en embajadores de marca, habla de inteligencia, de respeto y de ganas de sumar fuerzas. El liderazgo desde la cúspide, caracterizado por el ordeno y mando… ya no tiene cabida. El mundo de la empresa necesita un liderazgo más transversal, con multitud de portavoces haciendo más grande el mensaje y más viral la presencia. Ya no hay una tele hay muchas y hay muchos canales multimedia, influencers, blogs… De hecho, hay empresas que están comenzando a dar clases y argumentarios a sus trabajadores para que puedan hablar de determinados aspectos de la empresa. Los hay que simplemente alientan a los suyos a hacer piña entorno a la empresa. Por fin existe el convencimiento de que el fin de la empresa es vender, sí; pero también retener el talento… y eso lo hace mejor un trabajador que piensa, que otro al que se le paga por no pensar.
“No te pago por pensar”, esta frase no solo era una bofetada de mala educación, sino que eran ganas de tirar por la borda puntos de vista que podrían tenerse en cuenta…, incluso para desecharlos.
Ahora que el mundo de la empresa ha cambiado tanto, que a veces no hay lugares físicos de trabajo, ni compromiso para toda la vida, sino solo proyectos; los curritos son también embajadores de los productos, de la forma de trabajar de la empresa, de lo que hay dentro de ella. Ahora que la publicidad de las teles puede eludirse a golpe de mando, tener un embajador de marca, es importante. Lo mire por donde lo mire.
por Rocío del Cerro | Oct 1, 2017 | Bullying, Sociedad y comunicación
Para quien pensó que los 14 o 15 eran años de besos empalagosos, enamorarse por primera vez y dejar la mente en blanco durante las horas de estudio, tengo que decirles que los 14 o 15 de años de ahora me parecen una burrada.
De paseo por las redes, con los oídos abiertos en el autobús, poniendo atención a las charlas de la calle… lo que veo en los más jóvenes entre los jóvenes, entre los que hasta ayer nos parecían niños y hoy llamamos adolescentes es una forma de comunicarse tan bruta, tan llena de insultos, que da que pensar.
Hace unos meses me empapé de mucha teoría y práctica sobre el Bullying cuando tuve la suerte de ser la jefa de prensa de la Aventura C95 Stop Bullying. Allí conocí de primera mano lo que piensan los acosadores y los acosados, lo que dicen los psicólogos, los policías y los guardias civiles que luchan contra el acoso … vi de cerca las iniciativas de administraciones y particulares, los reportajes y campañas de los periódicos, de la tele, de la radio… Pero aquello pasó. La sociedad se quedó con el mensaje, pero ya no hay martilleo acerca de la necesidad de introducir algunos cambios en las actitudes.
Y pienso que el mayor cambio de actitud es la comunicación que tienen. Se “revientan la vida”, se llaman de todo, se insultan y hacen de esa comunicación tan sumamente violenta la expresión de cada día. Varios jóvenes hablan. Uno de ellos recibe un mensaje de voz “te voy a reventar la vida” y piensa que el colega está un poco molesto por algo. Una niña le dice de forma totalmente natural a su madre, “a mí también me llaman puta y guarra pero no me importa.” Tiene 13 años. La madre abre los ojos. En el trabajo el día de mañana esa niña abrirá la puerta a que la llamen de cualquier manera, porque habrá acostumbrado a su oído y su autoestima a que le digan cualquier cosa. El de la vida reventada, reventará cualquier cosa, porque la violencia extrema entra de lleno en el abanico de sus posibilidades. Y lo curioso es que no lo ven como acoso, lo ven una rallada, o rayada que no sé cómo se escribe. Es decir, no lo ven como una bofetada verbal, lo ven como una pequeña pasada.
Comencé a darme cuenta de la forma en la que se comunican después de haber trabajado con los expertos y haber comenzado a poner más intención en todo lo que tiene que ver con ellos.
Hay municipios que han declarado non gratos temas de reggaetón con letras machistas, porque entienden que dejan a las chicas a la altura de ser consideradas objetos, y que estar escuchando todo el dia ese tipo de letras puede quedar grabado en la consciencia. Bien, pues hay conversaciones que convierten a estos chicos en francotiradores y a otros en felpudos. Han normalizado el insulto, la amenaza y también la forma de hablar repetitiva y sincopada.
Solo se utilizan 10 palabras y varios emoticonos. Eso nos preocupaba. Ahora me preocupa más el contenido de las conversaciones, y más de una vez me tengo que contener en el metro o el autobús para no decir lo que pienso.
Había relatos que decían que en las tribus, el joven se hacía adulto cuando había matado a un tigre. Ahora se hacen adultos cuando disparan insultos unos a otros como forma de mostrar más fuerza.
Yo siempre he defendido el valor sanador de un taco, pero me planteo las repercusiones de una conversación en las redes y en la calle tan marcada por la violencia. Violencia que genera violencia y conversaciones en las redes que harían sonrojar a cualquiera. En las redes de los mayores no leo las burradas que reflejan las redes de los adolescentes. Es verdad que son seres sin filtro, pero quizá deberíamos enseñarles a filtrar lo que decimos, porque las palabras diseñan nuestra realidad, y la suya es la de una batalla campal.
Lo de las fotos en los cuartos de baño, de adolescentes con la boca de piñón, y la taza del baño detrás, lo dejo para otro día… no quiero que me llamen agorera.