La neurociencia, y antes muchos pensadores y escritores de bestsellers, muchos de ellos vienen defendiendo la importancia del lenguaje interno como generador del pensamiento, (Vygotsky, Robbins, Piaget y otros muchos, muchísimos). Tal como te hablas, tal como te construyes.

Las religiones tampoco han sido ajenas a ello, en la cristiana se dice que en el principio fue el verbo, y los budistas señalan que el pensamiento hecho de palabras finalmente conduce a la acción. Te pones zancadillas y te caes.

Goleman en sus libros sobre inteligencia emocional y social, pone énfasis especial en la utilización del lenguaje interno, como esto te convierte en un líder o te conduce al fracaso.

Tu comunicación interna te hace fijarte en una parte u otra de la realidad, poner foco en una u otra circunstancia. Si siempre te rodea el lado oscuro, te quedarás en la sombra.

Tenemos de 50 mil a 60 mil pensamientos al día, muy cansinos porque casi siempre son los mismos, y además automáticos, generados por un cerebro pesimista, que tiene como función sobrevivir no hacerte feliz. El resultado es que tenemos un lenguaje interno que siempre nos conduce a los mismos problemas, con las mismas palabras, al mismo callejón sin soluciones.

Pues bien, ahora sabemos que, si cambias tus palabras, cambias tu lenguaje, cambias tus pensamientos…. Y si estos cambian, cambias la acción. Una persona triste, es una persona triste por dentro, que deja ver que lo está en el exterior.

Si eres tóxico contigo mismo, se verá, y si eres nutritivo también. Además, la forma de ser no solo se trasluce, sino que ese tipo de lenguaje gris, boicoteador se lleva a la comunicación dialógica, a tu comunicación con los demás. Que eres un triste, serás un triste.

Observa cómo te hablas, qué palabras te utilizas, cuántas veces al día te criticas. Porque el criticón se hace día a día, se hace en el interior y luego sale a mostrar su resultado.

El caso es que en la vida personal y en la vida laboral, nadie quiere estar con una persona así. Y si lo piensas bien, cambiar la crítica por la relatividad, las palabras oscuras por las alegres, y los tacos por la gratitud puede que te lleve a un mejor camino. El de los tristes, lo conocemos, no lo quiere nadie.

Puedes comenzar a cambiar tu mundo, con las palabras. Puede parecerte una chorrada, pero desde Rocío del Cerro Comunicación te animamos a que lo intentes.  Deja de utilizar palabras ofensivas contigo, de ponerte siempre en lo peor, y las cosas, parecerá que mejoran.