Empresas con mascarilla
Comunicación corporativa en tiempos de coronavirus
Estos días de pandemia y confinamiento nos han traído muchos aprendizajes y reflexiones sobre la comunicación corporativa y desde luego otra forma de entender la empresa. Llevo días en que desde distintos lugares me han pedido reflexiones sobre este mundo nuevo. Apunto aquí algunas de ellas.
El teletrabajo ha llegado para quedarse.
- Los beneficios sociales y económicos son amplios. En la pandemia hemos aprendido a marchas forzadas a hacer frente al miedo a movernos solos con un ordenador y un trabajo en remoto.
Pero lo que ha dejado claro es que:
- Las empresas no están preparadas para ofrecer tantos puestos de teletrabajo. Los servicios informáticos muchas veces han tenido dificultades para ofrecer puestos suficientes, ni caminos efectivos para volverse a conectar cuando todo falla, ni a poder acceder a información que teníamos y no sabemos recuperar.
- Ha puesto de manifiesto la debilidad de decretos recientes sobre horarios de trabajo. Hay empresas que se rigen por luces presenciales que se chivan de cuando dejaste el ordenador para hacer lentejas. La roja estas ahí, la naranja te has ido un momento, la roja estás en Netflix o haciendo mates con el niño. Hay listos que saben conectarse a todo, hay superlistos que infoxican a los demás mandando emails llenos de datos y de documentos adjuntos interminables. pidiendo decisiones inmediatas. Hay trabajo en precario que se esconde en el anonimato.
- Hay estudios que nos dan un suspenso en manejo de informática, mucha gente sufre inseguridad, otra no sabe mandar emails, adjuntar datos. Esto pone de manifiesto la necesidad de hacer formaciones continuas.
- Hay empresas que han aplicado reducciones de empleo por razones económicas y en estado de shock todo el mundo parece entender las consignas del miedo.
- No todo es malo. Ha favorecido no solo el ahorro de tiempo y dinero sino que ha enseñado que las empresas son lugares de socialización. Allí no se va solo a ganar el pan con el sudor de la frente, sino lugares de intercambio de ideas, de trabajo y de vacaciones de tanto asunto familiar. Muchos han descubierto que es más fácil ser ingeniero que ser padre.
La comunicación en las empresas también ha cambiado:
- El liderazgo en remoto es distinto, exige mayores dosis de planificación, de claridad, de concisión, empatía y de mano izquierda con el feedback. El jefe enclaustrado se ha convertido en un servicio de información. Ha aumentado el presentismo a través de la red. O estás o no eres.
- Las situaciones de caos y de incertidumbre han exigido hacer nuevas planificaciones, giros y adaptaciones de personal, producto y cliente. Reducir tiempos de envío, mejorar condiciones de producto, de negocio…
- Los viajes de trabajo pasarán a ser cosa del pasado, cada vez más se trabajarán las grandes reuniones on line. Ya no es necesario moverse, para estar.
- Los equipos de trabajo se han visto obligados a entenderse. Y se ha dado paso a un cambio en las conversaciones que ya no van de futbol sino de la situación familiar, las altas y bajas del coronavirus, la desgracia y las terribles cifras.
- Hemos aprendido a ser mas humildes, más empáticos , creativos y resilientes.
- La comunicación interna está obligada a ser más realista, más concisa. Transmitir seguridad al empleado y claridad en los protocolos que realiza.
- La comunicación interna también pasará por cursos de formación y videos de teleformación para que los empleados puedan de una forma fácil e intuitiva hacer frente a los muchos problemas que les puede dar el teletrabajo.
- La video formación, las reuniones on line pasarán a ser el pan nuestro de cada día.
- La comunicación externa se limita a RSC , cuenta de resultados y mantenimiento de empleo.
- Han llegado nuevas palabras: mascarillas, desescalada, pico, pandemia…
El futuro
- Los grandes espacios abiertos que daban cuenta del valor económico de una compañía se verán compartimentados por el metacrilato.
- Los jefes volverán a sus despachos y quizá eso lleve aparejado cambios en los comportamientos y en un retroceso en las comunicaciones . Atentos a si la comunicación horizontal que hay ahora en las empresas se ve modificada por la comunicación vertical que emana desde arriba.
- Los imponentes servicios de recepción que eran el santo y seña de las identidades ahora serán los sitios con mas medidas higiénicas de toda la compañía, porque será el lugar de recepción de posibles virus.
- La comunicación verbal se centrará en los ojos. Eso y las mascarillas harán que la gente hable más despacio y mucho más alto, como si todos fuéramos extranjeros que no entendemos el idioma.
- Estaremos a distancia del compañero, en jaulas que nos darán intimidad, pero se perderán quizás logros como las office comunes , los lugares de descanso, los gimnasios… que serán utilizados de otro modo. Recuerden que el diseño de los lugares no es inocente, y empresas de concepto abierto son empresas de mentes más abiertas.
- Los servicios médicos no serán un lujo sino una seguridad, porque de la salud individual depende la colectiva.
- Los servicios de limpieza serán vistos como algo esencial
- Nacerán nuevas áreas y nuevas señalizaciones para recordarnos la Covid.
- La RSC pasará por la seguridad de los empleados, seguridad en todos los aspectos de la vida porque la vida se ha convertido en el bien mas preciado. La fragilidad nos ha hecho tener más constancia de nuestra propia existencia.
- No tardará el momento en que las empresas hagan mascarillas con logos y eso será el mejor regalo que puedan darte. Hay lo dejo porque es un espacio en blanco para la comunicación y un regalo de vida para quien lo recibe.
- Los cursos on line de horas, serán sustituidos por pequeñas píldoras y comunicación interactiva. La idea de un curso tipo Ben Hur, será sustituido por una master class versión mino y un mentor dispuesto a explicar .
- La informática, los accesos a distintos equipos y escalas de seguridad formaran parte de los procesos. Uno sabrá a quién llamar, qué hacer…
Diálogo interno
- Nuestro diálogo interno también ha cambiado. No tenemos el mismo concepto de nosotros mismos, ni de lo que es nuestra casa, ni de lo que es prioritario.
- El trabajo sigue siendo una obligación, pero ahora es visto como un bien y las empresas como lugares de encuentro.
- Hemos tenido miedo al teletrabajo y aquí esta; tendremos miedo a salir, y ahí estaremos.
- La sanidad gana en goles a los futbolistas y el metro ya no será el de antes.
Lo dicen los que mas saben. Nosotros ya no seremos los mismos, después de las tormentas seremos distintos. Las empresas lo saben y los trabajadores también. Pero si hay algo en lo que habrá que profundizar es en continuar haciendo una comunicación concisa y amigable. Una comunicación para momentos de crisis, con su lado de incertidumbre y su cara de oportunidad.
Rocío del Cerro Comunicación.
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