2019: Atrévete con los cuentos

Somos puro cuento. Estamos más llenos de datos que de polvorones, tenemos la cabeza infoxicada de números… pero siempre tenemos hueco para conocer historias. Las historias nos encantan y nos crean recuerdo, nos ayudan a combatir el olvido, y encienden los focos sobre cualquier aspecto de nuestra vida. Cuéntame un cuento … invéntalo y verás cuál es tu capacidad de imaginación, cuál es tu riqueza de vocabulario, cuál es tu  capacidad para mantener las mentes despiertas…

Abandonamos demasiado pronto los cuentos. Pura paradoja. Sociedad de la información y de la comunicación… vivimos de contenidos… vivimos de las palabras… pero… tenemos miedo a hablar en público, no sabemos hablarnos en privado y somos un mar de dudas al presentar propuestas.

¿ Cuántas veces has jugado a ser orador? Muchas menos que a ser médico, pintora, arquitecta o peluquero.  Mucho menos que a jugar al fútbol o montar en bicicleta. Muy pocos niños juegan a ser oradores. Ninguno. Casi ninguno. Los que van para artistas y juegan a hacer representaciones son los que más practican, pierden el miedo a sobrexponerse, aprenden a ordenar ideas y hacerlas interesantes, inventan historias y adelantan sueños, revalidan su valentía cuando consiguen el aplauso de sus padres. Esos niños a los que se les dedica atención y sonrisa cuando comienzan a hacer sus pinitos quizá no lleguen a ser grandes artistas, o ni siquiera quieran serlo, pero tendrán mucho camino ganado para ser grandes oradores. Habrán hecho prácticas, corregido errores…

Te propongo que aprendas del cuento hasta que el tuyo sea tan bueno que puedas vivir de el. Cuéntate historias de un minuto, mini cuentos que hablen de temas que te atañan, que te preocupen, que te ocupen. Hazlo en alto, porque cuando hablas hacia dentro salen todas las palabras, pero no ocurre lo mismo cuando adquieren voz.

Pon cuentos en tu boca y en la de tus hijos… igual que nos preocupamos por hacerles bilingües y que practiquen inglés, o que vayan a deportes, haz lo posible porque practiquen imaginación, vocabulario y rapidez mental para inventar o reformular historias. Muchos niños tímidos han dejado de serlo haciendo teatro, muchos niños con miedos nocturnos han dejado de tenerlos cuando se han hecho dueños de sus propios monstruos y les han puesto nombre…

Hace unos años di clases de comunicación eficaz en muchos institutos y colegios de Madrid y los chicos se quejaron… de que eran pocas clases y les ayudaba mucho a desenvolverse y a estudiar. Querían más pero no haba tiempo en sus apretados temarios. Solo hablan en público para exponer trabajos sobre La Celestina, el día de la Paz o una redacción en inglés. Pero eso no es aprender a hablar en público… eso es hacer una exposición nerviosa y rápida sobre un tema en lo que más les preocupa es no hacer el ridículo y aprobar.  Esa misma trayectoria la compruebo ahora en las escuelas de negocios, gente que no sabe porque no lo ha hecho nunca o casi nunca. Y resulta que cuando se pone, le gusta. Le cuesta pero le gusta. Tienen en el móvil mil videos bailando y riendo, pero no tienen ninguno contando lo que hacen. Nunca se les había ocurrido grabarse contando lo que hacen y hasta les da corte la primera vez.  Luego lo limamos y se convierten en expertos.

No tenemos cultura de contar… contar, simplemente. Tener en cuenta al otro y hacer que nuestro mensaje llegue.

¿ Cuántas veces has pensado en ti como una empresa que hay que saber mostrar y vender? ¿Cuántas veces te has puesto a ordenar las ideas de tu propio anuncio?  ¿ Cuántas veces has pensado si me encontrara con este inversor le diría esta y esta cosa? ¿Cómo te hablas ante situaciones estresantes, cómo te explicas lo que quieres contar antes de explicárselo a los demás?  No lo haces porque te parece una patochada. Pero los grandes líderes si saben contar grandes historias, grandes cuentos… y suben, y venden, y te convencen.

 Afirman que lo de hablar en público es el miedo fundamental  que dicen sufrir los mortales. Tengo para mi que lo mismo el resultado está un poco trucado, es un miedo que da menos miedo reconocer para una encuesta ante un desconocido, pero es verdad que hablar en público da miedo porque sencillamente no sabemos.

Practica historias… pon en marcha tu imaginación, cuenta lo que haces, construye tu anuncio… Es una actividad que no necesita ni un tiempo ni un espacio, puedes realizarla mientras andas, conduces, te duchas…

Échale cuento… échate cuento. Cuando la gente viene a interesarse para recibir  cursos para aprender a hablar en público o ante los medios de comunicación se quedan sorprendidos: quince días antes de comenzar les digo… Cuéntate un cuento en voz alta para comenzar a practicar, y cuando terminan los cursos conmigo les recuerdo, hay que practicar, bienvenidos al mundo de las historias…

2019, atrévete a soñar y a poner los sueños en palabras… aprenderás a hablar en público y comprobarás que mucho de lo que sucede tiene su inicio en la historia que imaginaste.  Se hace realidad.

Ven a Rocío del Cerro Comunicacion, donde la experiencia hace magia.

Los seniors no estamos locos. Como un Rolling Stone o una crema anti-edad

A la gente le gustan los Rolling, tararea sus canciones y las baila… pero ¿ los contrataría con un currículum de los que llaman ciego para que no se vea la edad ni el rostro o reconocería el talento de los viejos rockeros?  Una marca de cremas anti-edad da marcha atrás y reinicia su relación con una modelo a la que había rechazado por hacerse mayor.

El mundo es un lugar de viejos, en los que manda gente mayor enamorada de la juventud.

Por primera vez, el aumento de la edad de vida y la crisis económica han hecho que en el mercado de trabajo compitan hasta tres generaciones, abuelos, hijos y nietos. La misma crisis ha hecho que sean los pensionistas los que mantengan el núcleo familiar y los jóvenes mejor preparados de la historia los que se quejen de no tener hueco. A la espera de lo que pase cuando los robots entren en masa en el mundo laboral, cada vez son más las voces que intentan poner orden en este guirigay, y destruir barreras entre lo viejo y nuevo. Los jóvenes cada vez van a tener que vivir más con los mayores, y cada vez viviremos más como viejos que como jóvenes.

Séneca en “De la clemencia” avisaba de que si los esclavos de Roma tuvieran una vestimenta que les identificara, -un uniforme- serían conscientes de su número y verían que tenían más fuerza que los llamados hombres libres.

En el caso de las manifestaciones ha comenzado a pasar lo mismo. Los pensionistas, han puesto las cartas sobre la mesa para pedir las reivindicaciones… un AS incontestable, su número. Se han identificado, y con ello han identificado el problema, el asunto, la reivindicación. Han salido a la calle y ellos mismos se han dado cuenta de su fuerza, tienen voto y capacidad para conseguir escaños en uno u otro lado del espectro político. En el caso de las mujeres ha pasado lo mismo, se ha dicho mil veces que éramos la mitad de la población, pero se ha obtenido más peso cuando se ha visibilizado su número en la calle y se ha entendido la indirecta: la posibilidad de que ellas consigan un vuelco político, social… En el caso de la llamada “sentencia de la manada” el gran número de mujeres manifestándose en la calle ha hecho que la sociedad reclame una reforma urgente en la forma de entender y juzgar qué es una violación. Es la calle quien lo reclama.

Es curioso que, en la época de internet, donde cada feliz idea podría tener miles de likes, la red por sí sola no puede… lo que produce la inquietud y la llamada al cambio es el número… la aplastante realidad de la fuerza de un colectivo en la calle, su fuerza traducida en votos.

Lo que he visto en las concentraciones (cuando es estática) o las manifestaciones (cuando se mueven) … son en sí mismas un auténtico discurso ciudadano hacia los políticos.

Es un caso de conciencia grupal más allá de las consignas o las diferencias…y en este caso evidencia que la unión de un gran número de gente crea comunicación de fuerza y visibilidad. La marcha persona -persona impacta más que los cien mil likes en las redes. Ellos han conseguido hacerse un hueco en la agenda y en las programaciones.

Ahora deberíamos tener también más visibilidad y más voz los seniors, los profesionales que tenemos más de 50 años y a los que se nos hace invisibles en la empresa, en la calle, en las películas. Tiene tela que en un país con una población tan envejecida no se quiera hablar de profesionales mayores, ni de segundas y terceras oportunidades, ni de volver a empezar.

Nos cuentan que debemos trabajar hasta los 70 y cuando te faltan 20, es decir un 40% de vida productiva, te mandan a la chatarra. En ofertas de trabajo públicas, como Becas y Lectorados del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación se fija como edad tope para solicitarla los 37 años.  Otros, desde el buenismo, te sugieren la utilidad de los curricula ciegos, para que la edad no sea obstáculo ni las arrugas tiren atrás una impecable hoja de servicios. ¿Estamos locos?

En las redes, en los blogs, en los cursos de universidades y escuelas de negocios, en los municipios…veo que comienza a gestionarse un movimiento que habla de talento maduro, de seniors, de gente mayor que no encuentra trabajo, de emprendedores por obligación… de burbuja de emprendimiento, de abuelos jóvenes que han vuelto a ser padres de familia ante la crisis… de gente que mola y a la que sin embargo se le hace pequeña e invisible.

Confío que este movimiento de los de más de 50 comience a hacerse compacto y a tener número y discurso propio. Un discurso que ponga en valor la experiencia y la sabiduría profesional y emocional, pero también las ganas de seguir aprendiendo y compartir ganas y oficio con generaciones más jóvenes. Pertenezco a un colectivo que quiero que sea visible para poner de manifiesto la incoherencia de pedir más años de trabajo mientras se pone la fecha de caducidad en los 50 años.

Hay que seguir los pasos De la clemencia:   que se nos vea, que se nos escuche, que se nos entienda… y que se nos tenga en cuenta …pura comunicación.

Microsociología de las interacciones, comunicación, comportamiento social y político. Un mundo apasionante.

Comunicando con tu cerebro, para cambiar el mundo

Desde que he escrito #Reciclad@s. Porque tienes derecho a tener muchas vidas, soy cada día más consciente de que son las pequeñas piezas, los pequeños pasos… los que nos llevan a ese reciclaje del que hablo en mi libro.

Bajo la foto Cíborg o Cyborg, se esconde la metáfora de la cantidad de piezas que sustituimos a lo largo de la vida. A nadie le extraña, a mí no me extraña, tener un hermano Cyborg que vive gracias a multitud de componentes que sustituyen a su corazón cansado en la precisa tarea de darle vida. Sin embargo, cuando voy más allá y hablo de la necesidad de recambiar piezas en nuestra cabeza, la gente comienza a mirarme como una blablablá sin sentido que vivo en un mundo edulcoradamente optimista y por demás idiota.

Iré por partes. En una vida laboral y sentimental tan cambiante, los amigos, las costumbres, los sueños e incluso las derrotas cambian, y el futuro cada vez más largo exige acomodarse a nuevos cambios. Me he dado cuenta de que he tenido que cambiar el miedo a no tener una nómina fija por la creatividad para encontrarla, porque mientras que el miedo inmoviliza, la creatividad te hace osada.  He cambiado el victimismo y la pena por acción, y no le cuento a mis clientes lo mal que me lo hicieron pasar algunos porque nadie compra los servicios de un cenizo y nadie quiere trabajar con una persona amargada. He llegado a la conclusión de que tengo que sacar brillo a piezas gastadas para que me recuerden siempre determinadas cosas, sustituir otras que ya están caducadas y hacen lento el camino, hacer mías piezas que son valiosas para el viaje…

Lo bueno que tiene tu cerebro es que se deja cambiar, si tú le obligas, le comunicas el camino. No está diseñado para hacerte feliz, está diseñado para hacerte sobrevivir y para aprender.  Realmente es un ordenador muy potente acostumbrado a manejar siempre determinadas estructuras y caminos neuronales, hasta que se producen cortocircuitos o disrupciones que te obligan a cambiar. Hay hechos que te cambian la vida en un segundo y hay rutinas que te obligan a permanecer en ellas para siempre, como si te gustaran.  Cuando hablas de esto, y la gente te mira como si fueras una loca de una suerte de new age debes recordarle que ya Ramón y Cajal aseguraba que somos arquitectos de nuestro cerebro. Podemos hacer nuestro cerebro a medida, más allá del dolor y de las vicisitudes del día a día. No es fácil, eso sí.

¿Si somos capaces de adaptarnos al frio, al calor, a la pérdida de la vista, del oído … por qué no somos capaces de adaptar nuestro cerebro a las nuevas circunstancias que rodean la vida? Fíjate podemos insertar placas y válvulas en nuestro cerebro, limpiar venas, quitar tumores … y todo ello nos parece normal; pero no podemos  creer que podemos ser dueños de lo que pensamos, de lo que nos hace sentir bien o mal.

El No cambio, el inmovilismo tiene mucho que ver con una peregrina idea del confort, con la pereza, con el miedo… Dicen que tardamos 21 días en cambiar de hábito, 45 en acostumbrarnos… y me puedes decir que en una vida de 80 años de media, con miles de días por delante ¿No vale la pena cambiar en ti lo que no te gusta? Repito, fácil no es; útil, sí.

He llegado a todas estas elucubraciones a través de mis cursos de comunicación que me han ayudado tanto a conocer gente, compartir experiencias y enriquecer la mente. Muchos me dicen que no pueden aprender a comunicarse mejor, a hacer una entrevista de trabajo… porque es imposible. No era verdad, y en los cursos lo comprobaron. Era imposible porque no lo habían intentado. No podían hacer frente a nuevos retos porque el miedo más que la ineptitud les tenia secuestrados…

En las empresas sucede algo parecido. En pleno siglo XXI, siguen sin creer que estamos en la era de la información y de las comunicaciones. Algunas empresas con años se escudan en que son una empresa familiar que comenzó su abuelo… o no quieren redes porque no les interesa moverse en ese mundo, o no saben hablar con los medios porque les parece una pérdida de tiempo tener visibilidad. ¿De qué mundo hablan? Como consultora en Rocío del Cerro Comunicación mi tarea del primer día es hacerles ver la necesidad de acometer esos cambios. 

La vida es cambio, como el río de Heráclito… cambio en la ropa, en el habla, en las telecomunicaciones, en los trabajos, en el sexo, en las bebidas, en la forma de viajar, de escuchar música… es cambio….

Y de pronto vi esos juegos, esas apps que construyen o destruyen tu foto en cualquier cosa… photo lab, y me vi convertida en Cyborg y entonces pensé en la de piezas que he tenido que cambiar durante mi reciclaje… en la cantidad de piezas que he tenido que poner y en las que he tenido que cambiar de sitio. Una nueva visión de la realidad, de mi misma e incluso una nueva manera de entender y comprender la comunicación, que es mi vida.

Cambia piezas, recíclate… Comunícate con tu cerebro, y cambia los cableados que ya no te sirven… conviértete en una versión mejorada de ti mismo. Comprobarás que lo que has visto escrito por muchos autores (desde Marco Aurelio a Ghandi) en diversos tiempos es verdad: cuando te cambias a ti mismo, cambia tu realidad y el mundo en el que vives.

Si se trata de comunicación, cuenta conmigo Rocío del Cerro Comunicación

¿Cómo me reciclo?

¿Cómo me reciclo? Formación y networking para emprender o aprender.

Una de las preguntas que más me hacen, es cómo puede uno reciclarse sin que el bolsillo muera en el intento, sin que la cabeza se vuelva loca de mirar en todas partes…

Yo soy reciclada, y ahora me dedico a reciclar a otros, así es que conozco bien el camino.

La mejor forma de reciclarse es comenzar por mirar en Internet, o en las concejalías de empleo jornadas, cursos y networking.

La calidad de los mismos es muy buena, sobre todo porque despiertan los sentidos, actúan como iniciadores de caminos… ayudan a conocer gente, tomar y descartar ideas, ponerse al día en la moda de los lenguajes… Suelen ser cursos baratos o gratuitos, donde a lo mejor no están los profesores de más renombre, pero si los que ponen mucho empeño e ilusión en dar lo mejor de sí mismos.

Conozco mucha gente que después del hachazo del paro, del ERE… se encuentran perdidos y no saben por dónde empezar a buscar la luz… y estos cursos y estas jornadas les sirven para comenzar a dar los primeros pasos hacia la luz.

No solo se aprenden cosas, sino que se aprende mucho de uno mismo. Comienzas a hacer networking, a exponer lo que quieres, y cuando empiezas a verbalizarlo, empiezas a darle forma, y de pronto cuando se lo están contando a otro, te descubres pintando tu futuro…

NETWORKING, que ahora está en todas partes, y es una de las primeras palabras del reciclaje. Son reuniones de gente que buscan aliados, clientes, proveedores, ideas… los hay gratis y los hay de pago, hay asociaciones y hay improvisaciones y son un gran lugar para reciclarse… porque te obligan a hablar, a dejar de mirarte el ombligo, a vender que es lo que quieren hacer…

Otras herramientas baratas de reciclaje son las bibliotecas públicas e Internet… he aprendido mucho de las charlas TED, de las tesis que puedes estudiar, y de las estanterías de libros que ofrecen muchas perspectivas de la realidad.

Estos caminos te llevarán a otros, más específicos, más adecuados a ti.

Cuando comencé a reciclarme, entendí que era un proceso que dura siempre… y en el que no solo hay que aprender, sino desaprender mucho… abandonar toxicidades para no cargar con las basuras propias a otro.

De hecho, cuando los usuarios vienen a Rocío del Cerro Comunicación, me doy cuenta de que no solo tengo que tratar las herramientas de comunicación externa para ser más eficaces, sino las de comunicación interna para salir de la crisis, para explicarnos el mundo, nuestro mundo, de otra manera.

Cómo mejorar la comunicación interna, que cuando digo interna, es comunicación interna

Realmente usted no lo sabe, o si lo sabe, pero lo piensa poco, como lo pensamos los demás.

Reconózcalo. Cuando pensamos en comunicación interna pensamos en clave de escuela de negocios y de ¡business made in heaven!, pensamos en comunicación interna como aquella comunicación jerárquica que hace que las órdenes fluyan de la cúspide a la base, o de manera horizontal, se hagan visibles en todos los departamentos.

Bueno pues yo no les hablo de esa comunicación, yo les hablo de la más interna de las internas. La comunicación que nos damos nosotros mismos para actuar y para hablar. Para el emprendedor no puede haber acción si en nuestro fuero interno no hay una comunicación positiva, de motor de arranque, de tila para los malos momentos y champagne para los buenos.

De igual manera cuando hablamos, y lo digo siempre en mis clases, es muy importante atender a la comunicación interna, a esa voz que algunos llaman Little Voice, y que hace que nos podamos sentir cómodos o incómodos en cualquier situación. Es esa voz que hace que afloren los nervios y las inseguridades cuando dice “los estas aburriendo, no van a comprar, no estás dando la imagen….”. ¿La conocen, aunque sea de lejos? Creo que sí, porque todos en uno u otro momento la hemos escuchado como canto de sirena, como aquel canto que intentaba volver locos a los marineros y que hacía que se taparan los oídos para no escucharla.

¿Qué por qué cuento todo esto? Porque me estoy dando cuenta, en mis cursos y asesoramientos, que la comunicación interna, internísima, es la parte fundamental del emprendedor y del empresario. Es ese motor que nos hace pensar bien en privado para hablar bien en público, que nos hace poder brillar, levantarnos y hacer rodar nuestro negocio.

¿Te hablas en positivo o en negativo?, ¿Qué comunicación te ofreces? ¿Es clara, es amable, es contundente? Es tuya, comunicación interna, internísima.

¿Y si hicieran “el político anónimo” como se hace “el millonario anónimo”?

Los políticos son de Marte, y los votantes son ET…

¿Alguien ha entendido a los políticos? ¿Alguien ha visto que trataran de los problemas que le preocupan a la gente?

Los votantes-ciudadanos-clientes-jefes-pagadores llevan un tiempo como ET, suplicando existencia y paz para su “casa, su teléfono, sus hijos, sus colegios…”

Los políticos no han escuchado a ET. En un mundo de burbujas, también hay burbujas políticas y estos señores, magníficos gestores se les supone, no han sabido gestionar el dolor porque lo desconocen.

Se ruega a los partidos políticos que hagan estudios, prototipos y grupos de control con sus programas políticos, sus discursos y sus apariciones públicas. Sería demagógico pedir a los servidores públicos que vivieran como okupas. No lo creo porque deben estar bien pagados para tener a los mejores y además sin tentaciones. Pero sería más realista que los políticos pisaran, comieran, mamaran, y olieran la calle, los miedos, las fantasías, los sueños…

Conozco políticos de todas las clases, y todos son políticos. Escriben programas, manifiestos y panfletos que solo son entendidos por ellos. Por eso a la hora de enfrentarse, ¿he escrito enfrentarse? a una contienda ¿he escrito contienda? electoral… dicen cosas que la gente no entiende.

Tómense tiempo y ganas. Aprendan de los ejecutivos y creativos de publicidad. Busquen grupos de control, pero no en esas reuniones sectoriales que duran media hora y en la que no se hablan de hijos, de hipotecas y de sudor….

Reúnanse varios días, para hablar de lo importante, de lo urgente, con palabras de abuela y olor a sopa de ajo…y mitren de verdad que es lo que quieren…

Grupos de control digo, no para controlarles ustedes, sino para que les fijen los temas, los dolores, las ilusiones que hay que tratar.

Hablan de desafección… es un problema de comunicación. El emisor no emite nada audible, interesante, que se entienda… y el mensaje se convierte en un haz de luz que sale del estadio rumbo a las estrellas donde se pierde… el receptor está a otra cosa, perdido en el día a día, haciendo frente a unos problemas que no están en los escritos que llegan en las cartas de los partidos.

  • Entérense de lo que la calle quiere, pisando calle y reuniéndose con el votante que le paga.
  • Hable el mismo idioma y comparta el mismo imaginario… sino no hay el mismo argumentario.
  • No se quede en la zona de confort… vaya a los canales, periódicos, radios y reuniones con blogueros que no tienen nada que ver con usted. Dejar de lado a la mitad de los medios de comunicación, supone dividir por la mitad sus opciones de ser elegidos. ¿Cree que lo haría un ejecutivo de cuentas en publicidad.?
  • El ciudadano no solo vota, paga, y es mucho más inteligente de lo que nos creemos. Cada uno ha tenido sus propias burbujas y sus ingenierías financieras.
  • No tenga tres asesores, tenga miles de asesores, por la calle, llenándole los oídos y la intuición de lo que debe hacer….

En comunicación, yo siempre digo, el secreto de la venta y de la aceptación, está en la escucha eficaz… ¿A quién estaban escuchando? .NO me lo digan, al aparato del partido que vive en los despachos de la planta tercera…Que allí también hay un ET: “Mi silla, mi teléfono.”