eMails en verano, el enganche al estrés

Decían ojos que no ven, corazón que no siente… pero ahora ves y sientes todo el rato gracias a la red, a los emails… a toda la infoxicación que trae tu móvil… hay fotos en los grupos de WhatsApp que elevan a más de 300 los mensajes que no lees en una mañana de chiringuito, que te entretiene la siesta pero que también trae mucho mensaje que responder.

Yo no me he ido de vacaciones pero advierto que la gente está de asueto a tiempo parcial, con un ojo en el mar y el otro en la pantalla, con la cabeza en la paella y otro en el requerimiento del jefe, del cliente o del proveedor.

Sabemos que hay muy pocas cosas urgentes, sabemos que es de mala educación interrumpir, sabemos que hay sentencias que hablan del derecho a la desconexión… pero escucho: me llevo el móvil por si acaso, todos los días le doy una vuelta al correo, me preparo…

Comienzo a darme cuenta de que no hay otra forma de salir adelante… hay que vivir con el terminal en la mano, pero quizá aprendamos a ponernos horarios de visita en la red. Quizá podamos dosificar miradas, respuestas, estrés y vacaciones…

No sé quien fue quien dijo que cuando te gusta tu trabajo no vuelves a trabajar… es una chorrada… cuando te gusta tu trabajo… trabajas, te implicas, mejoras y no paras… Cuando te gusta tu trabajo, trabajas… y cuando estás de vacaciones… trabajas… lo que ocurre es que quizá podamos ponerle algún tipo de puerta al campo y permitir que los clientes y los jefes estén con nosotros solo unos minutos, no compartiendo mesa y mantel en el chiringuito.

Dice el anuncio, no me envíes más postales … y nadie envía postales. Pero la gente manda emails, mensajes y WhatsApp pidiendo información…

Quizá haya que empezar a decir, no me envíes más emails y si son tan urgentes como para interrumpir mi descanso que sea de 11 a 12 justo antes del aperitivo.

Ya hay quien empieza a poner horarios, no de recepción claro, pero si de respuesta a los emails… incluso en invierno. Personas eficaces que entienden que no quieren tener el foco en mil sitios.

No me envíes más emails de trabajo, piénsalo tres veces antes de hacerlo.

El  tiempo de descanso trae conocimiento, trae ideas, innovación, desarrollo, trae desaprender para llenar la cabeza de nuevos aprendizajes, para disfrutar con lo conseguido, para seguir soñando…

Mándame mensajes o WhatsApp al móvil que me hagan el verano más largo, más barato, más divertido: ideas para hacer cosas, ofertas de casas rurales donde he estado, restaurantes … Mándamelo desde lugares donde haya dicho sí, donde te haya dado permiso para que estés en el terminal, debajo de la sombrilla.