La Navidad es una metáfora

Una de las cosas más bonitas de la Navidad son los Reyes magos, o su versión americana de Papá Noel, la exaltación del amor sin esperar nada, de la fantasía, del bien… Es cierto que es una historia de niños, pero la vivimos los mayores, con una entrega inusitada, más allá de lo que podemos económicamente, más allá de lo que nuestras barrigas deberían, más allá de la razón.

¿Y por qué? Por la necesidad de ser niños, me dirán unos, porque lo hace todo el mundo, me contestarán otros.

Porque el mundo necesita metáforas, historias, les diré yo. Todos nosotros necesitamos historias, que pertenezcan a nuestro imaginario que sean fáciles de entender y reproducir, que nos lleven a lugares mejores. En un mundo infoxicado necesitamos historias, no datos, ni cifras, ni cosas difíciles de recordar. Necesitamos historias que nos lleven al niño que tenemos dentro, con buenos y malos, con un final feliz… y eso es lo que ocurre con la navidad.

Una historia feliz, convertida en storytelling por los grandes almacenes, que te llevan a disfrutar de la magia a golpe de Visa. A todos nos encanta creer en la bondad de la navidad y a los grandes almacenes les chifla que tú quieras convertirte en Rey Mago o Papá Noel por un día…

Eso, aunque la realidad te diga, que al final el niño juega más con la caja que con el juguete, y que preferiría jugar con sus padres, antes que jugar con el coche teledirigido. Desde Rocío del Cerro Comunicación, te deseamos Feliz Navidad.

Ni sordos, ni muertos ni de parranda ¡Me están ayudando!

Tengo que confesar que soy de las que muchas veces, nada menos que miles de veces, pienso y ¿estos políticos, qué piensan, a qué se dedican, se dan cuenta de las cosas que acontecen en la rúa?

Y en ellas ando, como les digo, miles de veces mientras preparo mi tesis doctoral; nada menos que sobre la presencia cada día más activa de las redes en nuestra vida política. Las redes que por ahora nos sirven para encontrar trabajo, un novio o una casa… nos servirán poco a poco, cada día más a entrar en contacto con los políticos… primero para intercambiar ideas, y después para llamarles a la acción.

Ellos, los partidos entran una vez al año en nuestras redes para pedir el voto, nosotros terminaremos pidiendo que nos dejen votar asiduamente para tomar decisiones en conjunto.

Así es que en estas me hallaba, cuando decidí mandar a todo el hemiciclo una petición de ayuda, para que me dijeran cuál es su momento personal respecto a las redes.

Y tengo que decirles que, poco a poco y día a día encuentro nuevas respuestas en mi correo. No están todos, ojalá lo estuviesen; pero veo interés en debatir mi inquietud.

No todos ustedes serán políticos, se dedicaran a otras cosas, pero quizá quieran ayudarme también, responder a estas preguntas y mandarlas a rdelcerro@rociodelcerro.net

  1. ¿Qué redes sociales utiliza, Linkedin, Facebook, Twitter…?
  2. ¿Ha hablado con algún político o formación política a través de Internet?
  3. ¿Cree que los partidos solo utilizan Internet en los periodos electorales?
  4. ¿Cree que las redes hacen a la sociedad más participativa y consciente de la política?
  5. ¿Cree que la red solo vale para debatir pero no para votar?

Muchísimas gracias por tu ayuda, muchas gracias.

Una mala comunicación puede tumbar a un gobierno

Lo de esta semana ha puesto de manifiesto más alto, más claro, con más colores y más luces de neón…. lo que todos sospechábamos. Estos políticos hablan para su cuello, porque no les entiende nadie… Si el CIS hubiera hecho una encuesta esta semana hubieran suspendido primero de políticos.

Yo no voy a entrar a valorar si lo que hacen y sobre todo lo que no hacen, me parece bien o mal (esa es una faceta de periodista que ahora mismo no ejerzo pero padezco); voy a dejar el tema circunscrito a la comunicación que ya lleva bastante carga de estupefacción.

Lo primero que se le pide a quien dirige una situación de emergencia es que tenga todo controlado. En la política, como en la economía, como en la calle, el deseo de seguridad es el gran deseo para hacer frente a la crisis. El primer objetivo de la comunicación de liderazgo en momentos de crisis es ofrecer seguridad.

Por sus apariciones en la tele les conocemos, porque es lo que vemos. Y hemos visto un totum revolutum. Han querido dar la sensación de estar trabajando para erradicar el ébola sin descanso, y nos han mostrado la certeza de que lo hacían desde el aturdimiento. Nos han querido dar la imagen de que no tenían tiempo ni para hablar, y lo primero que hay que hacer con los clientes es darles explicaciones. Y sobre todo hay que dar muchas, muchas explicaciones si de lo que se trata es de calmar el dolor, y el miedo.

Los votantes son sus clientes, pero sobre todo son ciudadanos a los que hay que tratar con respeto, porque es materia muy sensible, a la que no le gusta quedar como “silencio de los corderos”. No se pueden dar explicaciones a medias porque ese tipo de explicaciones abren las puertas del miedo, no se puede aparecer con cara de pánico porque esa es una emoción que se transmite incluso antes de que la boca articule palabra, no se puede hablar tarde y mal, porque se ha dejado el altavoz en manos de otros…

Ana mato no supo tener una comunicación de liderazgo, le dan miedo los periodistas, y le da miedo hablar en público. Eso se nota y lo anotamos, porque pone de manifiesto inseguridad en sí misma, en lo que se hace y en lo que es capaz de expresar. El susurro, la mirada baja, el encogimiento corporal… son señales de deseo de desaparición y huida. ¿Y qué piensa un ciudadano entonces?

El Presidente habla poco y tarde, no son las reglas de una comunicación de liderazgo. En esta ocasión la técnica de dejar que las cosas se maduren con el tiempo, solo da lugar a la podredumbre. La intervención en las Puertas del Hospital será estudiada junto a la de su colega, como “lo que no debe hacer un político en caso de comunicación de crisis extrema”.

Otro de los principios de la comunicación corporativa en momentos de crisis es ser empático con el que sufre, veraz con el que pregunta, adelantarse a las preguntas para tenerlas preparadas, y suprimir cualquier deseo de ser lenguaraz, o políticamente incorrecto… ¿Qué le pasó al consejero de sanidad de la Comunidad de Madrid? ¿No tenía a nadie al lado?

¿Se han fijado lo que ha hecho el gobierno en materia de comunicación? Han cambiado estas caras, por la cara que da más sensación de liderazgo y de saberse la lección. Soraya Sáez de Santamaría quizá no sea la que mejor se sepa el tema, pero si la que saca mejor nota a la hora de explicarse, porque su comunicación verbal y no verbal es de mayor contundencia. Cada vez que hay que decir algo desde la tribuna, o desde el atril, sacan a Soraya a la palestra… lo hacen porque tiene formas de buena estudiante, capaz de argumentar, vocalizar, soltar el titular y callarse. No hace bucle, no se pierde, mira de frente y escucha.

No te digo que te guste, te digo, que tiene la lección mejor aprendida…

Y ahora hay un portavoz único, un hombre sin traje ni corbata, de corte científico y no político, que da mayor veracidad a las informaciones, porque parecen no estar contagiadas de política.

Se ríen cuando los que nos dedicamos a la comunicación, les decimos que es una asignatura que siempre suspenden para septiembre, y que solo se empeñan en recuperar cuando ven el examen de las urnas cerca.

Para primero de político los partidos deberían recordar que trabajan con material sensible, seres humanos que quieren recibir el mejor trato y las mejores explicaciones. Y en esto de las explicaciones cuanto más rápidas, más veraces, más claras y más seguras, mejor. Mucho mejor.

La comunicación… ¿es pasión o perfección?

A todos nos pasa. Conocemos gente que nos impacta, gente que tiene mucho que decir y que lo dice de la forma en que menos te lo esperas.
Estaba yo presentando la semana pasada el Primer Congreso de EFQM, Resiliencia y Coaching, cuando a primera hora de la mañana me presentaban a un chico joven, en una silla de ruedas, aquejado de una parálisis… y me decían: esta es la verdadera estrella de este congreso, el que inspira encuentros como estos, alguien único del que vas a aprender.
Y pensé, qué amable esta gente… “cuanto buenismo, y cuanto encanto”. Y me equivoqué. No sabía que ese chico de la silla de ruedas no era un chico en una silla de ruedas aquejado de parálisis… era Iago Santalla, y efectivamente era un referente para el Congreso de resiliencia, e iba a ser un referente para mí.
Su debilidad se hizo fuerte cuando seguro, de frente, a bocajarro preguntó:

-¿soy yo el único discapacitado, no tienen ustedes ninguna discapacidad?

Y a partir de ahí el auditorio, enorme auditorio, dejó de pestañear, toser, moverse… lo tuvo rendido a sus pies. Su dicción, no era perfecta; su vocalización era nula, su modulación, escasa, no dominada el escenario por supuesto… pero tenía pasión, fuerza, y solidez argumental. Iago Santalla no era un cantamañanas, Iago es un coach que está terminando su doctorado, que ha desarrollado toda una teoría acerca del absurdo de la limitación; y del valor de la resiliencia, de hacer frente a la adversidad.

Aprendí no solo el valor de su teoría, sino que recibí un revolcón sobre algunas creencias acerca de la comunicación: Aquel auditorio estaba prendido de su esfuerzo, enamorado de su atrevimiento, cautivado por su teoría, pendiente de sus power points, sencillos y llenos de fuerza…

Tres cuartos de hora, de una alocución, donde el cerebro tenía que ayudar a terminar algunas palabras del conferenciante, donde había que fijar la atención, donde no había movimiento… puso a la sala en pie.
Hasta ahora solo conocía los ipads, ipods, iphones, e Iplay12…ahora conozco los “ilímites”, la capacidad del ser humano para aplicar distintas perspectivas al problema, hasta dar con la clave del mismo.
Y entonces pensé, Iago tiene una pasión inusitada, un orden expositivo que hace que el auditorio no se pierda, una ayuda gráfica que apoya su mensaje… y un elemento diferenciador que es su verdad a la hora de hablar de discapacidad, y resiliencia.

La comunicación sin pasión, cuando se habla en público queda en nada. No consiste en saber, sino en querer comunicar, en escuchar a la sala que te oye…y en eso Iago saca matrícula de honor. La sonrisa, la emoción… son fuerzas capaces de eliminar la distancia… son caminos que unen mentes y corazones que quieren comunicarse.
#iagosantalla hablaba de la necesidad de quitar no solo los bordillos físicos de las aceras, sino nuestros bordillos mentales a la hora de escuchar y entender a gente con discapacidad. Entendí de lo que hablaba, y me apliqué el cuento de que enseñar comunicación es sobre todo enseñar el camino de la empatía, de la fuerza y de la credibilidad para estar con y no frente al auditorio.

Gracias @iagosantalla, desde que te escuché me prometí dedicarte una entrada en mi blog.

Networking de campana, de silla, de cuñado o a la española. Tacto en los contactos

Parezco el antiguo anuncio de Coca-cola, aquel en que tanto queríamos a la gente… y en mi caso es verdad, me encanta hacer networking, porque no solo encuentro trabajo, proveedores, compañeros, sino amigos y maestros…

Como saben el networking es una forma rápida, educada, eficaz y simpática de hacer contactos.

Pero ¡¡¡ campana y se acabóóóó!!! No entiendo esta regla ensordecedora, que nos lleva al mundo de los super-tacañones del 1, 2, 3… ¿recuerdan?… Bueno pues ahora está de moda que los networking se hagan a ritmo de campana colegial y estridente. La parte positiva es que nadie monopoliza el encuentro, la negativa es que sensación de examen o de ring, que convierte el encuentro en antipático, antinatural.

Luego está el networking de las sillas para un minuto, que obliga a ir con el vaso de agua, el bolso, la chaqueta, las ideas, y la sonrisa de un lugar a otro… sin tiempo ni compostura posible para encontrar a la media naranja de tu negocio.

El networking del cuñado, es el bien pensante y facilón. Es el contacto con ese amigo de tu cuñado que te atiende respetuosamente y al que tú le invitas al café por el tiempo prestado. Exige un cuñado de grandes relaciones y grandes relaciones bilaterales con tu cuñado.

Por fin está en networking a la española, donde uno habla más que escucha, y se queda asentado en un grupo para no moverse jamás por la sala. Este último es el que mejor se nos da, pero no es el que mejores resultados atrae.
Un buen networking, tiene que tener algo de los cuatro puntos, y deben ser los convocantes los que se encarguen  de dar ritmo, sin campanas ni alharacas, sino centrando intereses, animando conversaciones… procurando el respeto por el tiempo.

El verano es un buen momento para hacer networking, si usted es un networker sabrá que cualquier lugar es bueno para hacer amigos. Exigen saber escuchar, saber explicarse y saber cómo continuar la relación. Aprenda de sus hijos, ellos son los grandes networkers…

Érase una vez, el fútbol

Una de las cosas más interesantes que tiene el fútbol para los que no nos gusta el fútbol es todo lo que hay detrás de él. En el aspecto comunicativo, me encantan las ruedas de prensa, llenas de emoción y de gente que no sabe hablar delante de un micro porque solo le pagan por darle al balón.

Me chifla todo el merchandising: el de las banderas, las camisetas de diferentes colores y cuellos, las bufandas de cada encuentro, los cromos y los juegos de la Play. Pienso ¿qué dirá Ronaldo, cuando vea jugar al avatar del mismo nombre?

Me gusta la publicidad que realizan los equipos, la imaginación de las leches, las maquinillas de afeitar, los cacaos y las gasolineras poniendo su Do de pecho para hacerse ver tras el patrocinio.

Caigo rendida a los pies de los spots publicitarios, tan emotivos, tan previsibles, tan útiles, tan naif. Me encantan porque apelan a los instintos más básicos, porque no dudan en sacar a las madres, porque un patrocinio es un patrocinio… y si se gasta, hay que lucirlo.

Disfruten mucho…

Y prueben a hacer uno en casa, patrocínense ustedes mismos, haciendo un BBC, bodas, bautizos y comuniones… y se darán cuenta de que nosotros, los simples mortales, no estamos tan lejos de los publicitarios… los elementos que hacen que se muevan los engranajes del corazón, son siempre los mismos: el amor, la familia, el esfuerzo, la lágrima, un niño…