por Rocío del Cerro | May 3, 2018 | Marca personal, Microsociología de las interacciones, Pensamiento, Reciclados, Reinventarse, Sociedad y comunicación
A la gente le gustan los Rolling, tararea sus canciones y las baila… pero ¿ los contrataría con un currículum de los que llaman ciego para que no se vea la edad ni el rostro o reconocería el talento de los viejos rockeros? Una marca de cremas anti-edad da marcha atrás y reinicia su relación con una modelo a la que había rechazado por hacerse mayor.
El mundo es un lugar de viejos, en los que manda gente mayor enamorada de la juventud.
Por primera vez, el aumento de la edad de vida y la crisis económica han hecho que en el mercado de trabajo compitan hasta tres generaciones, abuelos, hijos y nietos. La misma crisis ha hecho que sean los pensionistas los que mantengan el núcleo familiar y los jóvenes mejor preparados de la historia los que se quejen de no tener hueco. A la espera de lo que pase cuando los robots entren en masa en el mundo laboral, cada vez son más las voces que intentan poner orden en este guirigay, y destruir barreras entre lo viejo y nuevo. Los jóvenes cada vez van a tener que vivir más con los mayores, y cada vez viviremos más como viejos que como jóvenes.
Séneca en “De la clemencia” avisaba de que si los esclavos de Roma tuvieran una vestimenta que les identificara, -un uniforme- serían conscientes de su número y verían que tenían más fuerza que los llamados hombres libres.
En el caso de las manifestaciones ha comenzado a pasar lo mismo. Los pensionistas, han puesto las cartas sobre la mesa para pedir las reivindicaciones… un AS incontestable, su número. Se han identificado, y con ello han identificado el problema, el asunto, la reivindicación. Han salido a la calle y ellos mismos se han dado cuenta de su fuerza, tienen voto y capacidad para conseguir escaños en uno u otro lado del espectro político. En el caso de las mujeres ha pasado lo mismo, se ha dicho mil veces que éramos la mitad de la población, pero se ha obtenido más peso cuando se ha visibilizado su número en la calle y se ha entendido la indirecta: la posibilidad de que ellas consigan un vuelco político, social… En el caso de la llamada “sentencia de la manada” el gran número de mujeres manifestándose en la calle ha hecho que la sociedad reclame una reforma urgente en la forma de entender y juzgar qué es una violación. Es la calle quien lo reclama.
Es curioso que, en la época de internet, donde cada feliz idea podría tener miles de likes, la red por sí sola no puede… lo que produce la inquietud y la llamada al cambio es el número… la aplastante realidad de la fuerza de un colectivo en la calle, su fuerza traducida en votos.
Lo que he visto en las concentraciones (cuando es estática) o las manifestaciones (cuando se mueven) … son en sí mismas un auténtico discurso ciudadano hacia los políticos.
Es un caso de conciencia grupal más allá de las consignas o las diferencias…y en este caso evidencia que la unión de un gran número de gente crea comunicación de fuerza y visibilidad. La marcha persona -persona impacta más que los cien mil likes en las redes. Ellos han conseguido hacerse un hueco en la agenda y en las programaciones.
Ahora deberíamos tener también más visibilidad y más voz los seniors, los profesionales que tenemos más de 50 años y a los que se nos hace invisibles en la empresa, en la calle, en las películas. Tiene tela que en un país con una población tan envejecida no se quiera hablar de profesionales mayores, ni de segundas y terceras oportunidades, ni de volver a empezar.
Nos cuentan que debemos trabajar hasta los 70 y cuando te faltan 20, es decir un 40% de vida productiva, te mandan a la chatarra. En ofertas de trabajo públicas, como Becas y Lectorados del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación se fija como edad tope para solicitarla los 37 años. Otros, desde el buenismo, te sugieren la utilidad de los curricula ciegos, para que la edad no sea obstáculo ni las arrugas tiren atrás una impecable hoja de servicios. ¿Estamos locos?
En las redes, en los blogs, en los cursos de universidades y escuelas de negocios, en los municipios…veo que comienza a gestionarse un movimiento que habla de talento maduro, de seniors, de gente mayor que no encuentra trabajo, de emprendedores por obligación… de burbuja de emprendimiento, de abuelos jóvenes que han vuelto a ser padres de familia ante la crisis… de gente que mola y a la que sin embargo se le hace pequeña e invisible.
Confío que este movimiento de los de más de 50 comience a hacerse compacto y a tener número y discurso propio. Un discurso que ponga en valor la experiencia y la sabiduría profesional y emocional, pero también las ganas de seguir aprendiendo y compartir ganas y oficio con generaciones más jóvenes. Pertenezco a un colectivo que quiero que sea visible para poner de manifiesto la incoherencia de pedir más años de trabajo mientras se pone la fecha de caducidad en los 50 años.
Hay que seguir los pasos De la clemencia: que se nos vea, que se nos escuche, que se nos entienda… y que se nos tenga en cuenta …pura comunicación.
Microsociología de las interacciones, comunicación, comportamiento social y político. Un mundo apasionante.
por Rocío del Cerro | Abr 3, 2017 | Formación, Reciclados, Reinventarse
Desde que he escrito #Reciclad@s. Porque tienes derecho a tener muchas vidas, soy cada día más consciente de que son las pequeñas piezas, los pequeños pasos… los que nos llevan a ese reciclaje del que hablo en mi libro.
Bajo la foto Cíborg o Cyborg, se esconde la metáfora de la cantidad de piezas que sustituimos a lo largo de la vida. A nadie le extraña, a mí no me extraña, tener un hermano Cyborg que vive gracias a multitud de componentes que sustituyen a su corazón cansado en la precisa tarea de darle vida. Sin embargo, cuando voy más allá y hablo de la necesidad de recambiar piezas en nuestra cabeza, la gente comienza a mirarme como una blablablá sin sentido que vivo en un mundo edulcoradamente optimista y por demás idiota.
Iré por partes. En una vida laboral y sentimental tan cambiante, los amigos, las costumbres, los sueños e incluso las derrotas cambian, y el futuro cada vez más largo exige acomodarse a nuevos cambios. Me he dado cuenta de que he tenido que cambiar el miedo a no tener una nómina fija por la creatividad para encontrarla, porque mientras que el miedo inmoviliza, la creatividad te hace osada. He cambiado el victimismo y la pena por acción, y no le cuento a mis clientes lo mal que me lo hicieron pasar algunos porque nadie compra los servicios de un cenizo y nadie quiere trabajar con una persona amargada. He llegado a la conclusión de que tengo que sacar brillo a piezas gastadas para que me recuerden siempre determinadas cosas, sustituir otras que ya están caducadas y hacen lento el camino, hacer mías piezas que son valiosas para el viaje…
Lo bueno que tiene tu cerebro es que se deja cambiar, si tú le obligas, le comunicas el camino. No está diseñado para hacerte feliz, está diseñado para hacerte sobrevivir y para aprender. Realmente es un ordenador muy potente acostumbrado a manejar siempre determinadas estructuras y caminos neuronales, hasta que se producen cortocircuitos o disrupciones que te obligan a cambiar. Hay hechos que te cambian la vida en un segundo y hay rutinas que te obligan a permanecer en ellas para siempre, como si te gustaran. Cuando hablas de esto, y la gente te mira como si fueras una loca de una suerte de new age debes recordarle que ya Ramón y Cajal aseguraba que somos arquitectos de nuestro cerebro. Podemos hacer nuestro cerebro a medida, más allá del dolor y de las vicisitudes del día a día. No es fácil, eso sí.
¿Si somos capaces de adaptarnos al frio, al calor, a la pérdida de la vista, del oído … por qué no somos capaces de adaptar nuestro cerebro a las nuevas circunstancias que rodean la vida? Fíjate podemos insertar placas y válvulas en nuestro cerebro, limpiar venas, quitar tumores … y todo ello nos parece normal; pero no podemos creer que podemos ser dueños de lo que pensamos, de lo que nos hace sentir bien o mal.
El No cambio, el inmovilismo tiene mucho que ver con una peregrina idea del confort, con la pereza, con el miedo… Dicen que tardamos 21 días en cambiar de hábito, 45 en acostumbrarnos… y me puedes decir que en una vida de 80 años de media, con miles de días por delante ¿No vale la pena cambiar en ti lo que no te gusta? Repito, fácil no es; útil, sí.
He llegado a todas estas elucubraciones a través de mis cursos de comunicación que me han ayudado tanto a conocer gente, compartir experiencias y enriquecer la mente. Muchos me dicen que no pueden aprender a comunicarse mejor, a hacer una entrevista de trabajo… porque es imposible. No era verdad, y en los cursos lo comprobaron. Era imposible porque no lo habían intentado. No podían hacer frente a nuevos retos porque el miedo más que la ineptitud les tenia secuestrados…
En las empresas sucede algo parecido. En pleno siglo XXI, siguen sin creer que estamos en la era de la información y de las comunicaciones. Algunas empresas con años se escudan en que son una empresa familiar que comenzó su abuelo… o no quieren redes porque no les interesa moverse en ese mundo, o no saben hablar con los medios porque les parece una pérdida de tiempo tener visibilidad. ¿De qué mundo hablan? Como consultora en Rocío del Cerro Comunicación mi tarea del primer día es hacerles ver la necesidad de acometer esos cambios.
La vida es cambio, como el río de Heráclito… cambio en la ropa, en el habla, en las telecomunicaciones, en los trabajos, en el sexo, en las bebidas, en la forma de viajar, de escuchar música… es cambio….
Y de pronto vi esos juegos, esas apps que construyen o destruyen tu foto en cualquier cosa… photo lab, y me vi convertida en Cyborg y entonces pensé en la de piezas que he tenido que cambiar durante mi reciclaje… en la cantidad de piezas que he tenido que poner y en las que he tenido que cambiar de sitio. Una nueva visión de la realidad, de mi misma e incluso una nueva manera de entender y comprender la comunicación, que es mi vida.
Cambia piezas, recíclate… Comunícate con tu cerebro, y cambia los cableados que ya no te sirven… conviértete en una versión mejorada de ti mismo. Comprobarás que lo que has visto escrito por muchos autores (desde Marco Aurelio a Ghandi) en diversos tiempos es verdad: cuando te cambias a ti mismo, cambia tu realidad y el mundo en el que vives.
Si se trata de comunicación, cuenta conmigo Rocío del Cerro Comunicación
por Rocío del Cerro | Mar 3, 2017 | Comunicación, Formación, Marca personal, Reciclados
He tenido un inicio de año en el que he ofrecido varios cursos sobre la visibilidad. Le llaman comunicación eficaz para ventas, para tu negocio… realmente es visibilidad. Y de lo que me he dado cuenta es de que en los cursos en los que se habla de visibilidad terminamos hablando de emociones. La gente se pone a escribir sobre su marca personal, quién es y qué quiere y sale alguna lágrima; se pone a contar en público qué es lo que desea hacer con su vida y tiembla, sonríe, ¿Por qué tanta emoción?
Hablar de visibilidad, de visibilidad para tus ideas o tus negocios, para hacer que te vean, que te oigan, que te sigan, que te elijan exige una primera parte de autoconocimiento. A menudo la gente que viene a mis cursos cree que desde el primer momento comenzará a tomar apuntes sobre comunicación, olvidando que para hablar bien en público, primero hay que pensar, hay que reorganizarse, hay que conocerse y conocer bien qué es lo que quieren vender. Después, hay que comunicar.
Parece obvio y no lo es. Es apasionante.
Como Rocio del Cerro Comunicación siempre comienzo mis clases pidiéndole a los asistentes que reflexionen sobre lo que quieren decir, pero aún más desde dónde lo quieren decir. Para mostrarte a los demás, convencer a los demás, para hacerte visible tienes que tener muy claro quién eres tú y cómo es tu negocio. Les invito a que se den cuenta de que solo tenemos unos segundos para hacernos hueco en este marasmo de comunicación y esta rapidez con la que se viven las relaciones sociales. Les digo: no hay una segunda primera impresión.
Y después añado ¿quién eres tú, cómo deseas ser reconocido? Y les digo pensad en vosotros como una marca que hay que vender. Piensa en todo lo bueno que tienes, los retos que debes superar para ser tal y como deseas ser, piensa en cómo explicarte. Piensa también en tu negocio, en que se diferencia de los demás, porqué fijarte en él, quienes se van a fijar… Haz un anuncio, tu mejor anuncio. Un anuncio que los demás puedan replicar, para que sepan decir exactamente qué haces y a qué te dedicas.
Y vamos desgranando poco a poco la película de lo conseguido, de los retos, de los sueños, de los obstáculos, de las realizaciones y entonces la gente llora, y se emociona, y se ríe… y va colocando las ideas en la cabeza, y comienza a compartir pensando en el otro…
Y dicen cosas como: no había pensado así en mi proyecto hasta que no me he parado a pensar cómo venderlo, no me había dado cuenta de cómo me veían los demás hasta que no he practicado en esta clase, no me había dado cuenta de las posibilidades de mi negocio hasta que no he escuchado las preguntas que me hacían los demás…
Es cierto que cada uno de nosotros puede tener su minuto de gloria, tenemos muchos minutos de gloria para dar a conocer nuestras ideas, para ligar, para exponer… lo cierto es que serán 60 segundos perdidos si tu cabeza no alberga un discurso ordenado acerca de ti y de tu negocio.
Preocúpate de saber primero cómo eres y para qué quieres hacerte visible, recuerda cuáles son tus señas de identidad y cuáles son las características de tu negocio… y entonces, solo entonces, encontrarás el hilo de tu propia historia y brillarás más que nadie porque sabrás lo que quieres contar. Habrás encontrado tu marca personal, lo que te hace diferente, lo que hace que no te olviden, lo que hace que te busquen.
Os aseguro que en casi todas mis clases sobre comunicación eficaz hay lágrimas y risas de emoción, gente que se descubre en facetas desconocidas o que pone en valor recursos que hasta entonces permanecían en el olvido. Incluso los he tenido, que en el taller de comunicación han decidido cambiar su taller de trabajo, porque se han dado cuenta de las cosas que más atraían a los que le escuchaban.
Recuerda , eres capaz de contarle a una persona mayor y a un niño el cuento de Caperucita porque te lo sabes muy bien, lo tienes ordenado en tu cabeza, lo visualizas de principio a fin. Puedes reducirlo o aumentarlo, ponerle más brillo o quitarlo… es fácil, puedes adaptarlo, porque repito, lo sabes bien.
Lo sorprendente es que muchos de nosotros queremos explicar bien lo que hacemos, lo que somos sin haber dedicado ni un minuto a ello. Tenemos una gran oficina detrás, y un gran producto por vender … pero nunca nos hemos parado a conocerlo. Nos parecía que era perder el tiempo.
Si te parece que aprender a vender tus ideas y tus proyectos es perder el tiempo, prueba a quedarte para siempre en el mundo de lo invisible, de lo que no existe, de lo que no se ve. Dime, ¿hay mayor pérdida de tiempo y dinero que aquel que se empeña en ser invisible? ¿En hacer invisibles sus productos, sus ideas o a sí mismo? Si te parece que pensar en comunicación es caro, piensa lo siguiente: cuando das a conocer las características de tu producto o la fuerza de tus ideas, tr estas ahorrado una gran cantidad de tiempo y dinero. ¿Por qué? Porque en el momento en que das a conocer una idea ya puedes ir recogiendo el feedback, saber qué es lo que los demás opinan, las caras que ponen. Si vas a equivocarte que sea rápido y barato, compartiendo con los demás, puedes saber qué le sobra y qué le falta a tu idea, rápido y barato.
Para algunos este ejercicio es un ejemplo claro de sobreexposición o de culto al ego. No te confundas en el siglo XXI, en la era de la información, si no informas, no existes. Y si informas mal, te pegas tiros al pie. Esta es una ley de oro para el político, para el empresario, para el líder y para el perdedor. Una de las mayores claves del éxito, es poder poner el foco sobre ti, para ganarte el derecho a poder explicarte. Me dirás que hay papanatas que han puesto el foco sobre si mismos para contar a los cuatro vientos entresijos sobre su vida, y te responderé que incluso esos creyeron triunfar ganando cuatro duros por una dignidad entera. Me dirás que la sociedad solo hace caso a los grandes y olvida a los que más lo necesitan, y te diré que casi todas las causas sociales comienzan a ganarse cuando alguien les pone voz. Me dirás que mucha gente utiliza la palabra para engañar y otros el silencio para aprovecharse de las sombras. Lo cierto es que siglo XXI y comunicación van unidos y te pongas como te pongas Internet es imparable, y el escaparate, continuo.
En mis relaciones con el mundo de la empresa, me doy cuenta de que hay grandes compañías que no cuidan la comunicación porque la consideran una tarea de rango inferior. Olvidan que ellas mismas se explican con palabras, y que su trabajo no será reconocido si no es conocido.
La paradoja de los invisibles
También hay gente invisible. Los hay porque la sociedad los dejó arrumbados, y su tristeza y miseria permanece por decreto invisible a los ojos de los demás. Es el caso de los sin techo, de los enfermos por droga o por alcohol… no merecen el espacio de los informativos ni la atención en el discurso político. No pueden salir de la miseria porque no hay un foco sobre ellos, y cuando es la cerilla quien les alumbra es a menudo para explicar solo su parte más sórdida, más negativa, más extravagante. No pagan impuestos ni votan… no hay enchufe en el que encender la bombilla.
Hay invisibles de alta gama. Gente que está más allá de los negocios y de la vida de la gente corriente y que viven invisibles para la mayoría de los mortales en lugares y con existencias que apenas nadie conoce.
En esta época donde la sociedad pelea por ser socio-económicamente una clase media uniforme y humanamente seres diferentes, los seres invisibles son los que se mueven en los extremos de la riqueza y la miseria, y los que están en el centro de la línea son los que pugnan por darse a conocer. Tan iguales y tan distintos, tan parecidamente diferentes…
Habiendo como hay millones de negocios, solo el que llega al corazón y la cabeza, llega también al bolsillo.
De todo ello hay excepciones, personas que han hecho de su marca personal la invisibilidad y el silencio, porque las redes le parecen muy ajenas, porque su cliente no bucea en ellas, o porque decidieron no dar el paso a la era digital.
Por fin están los mediocres, que se han perdido en el sumidero de la rebaja, que han decidido hundirse en el silencio del que opta por quedarse en la zona de confort esperando hundirse con el barco.
Receta de la visibilidad
- Descubrir la marca personal, mediante la realización de un DAFO ( exposición de Debilidades, Amenazas, Fortalezas Y Oportunidades que vemos para nosotros mismos o nuestros negocios)
- Descubrir quién es nuestro cliente, ponle nombre y apellidos, una profesión, unos intereses, un sueldo, una historia
- Descubrir nuestra diferencia
- Ordenar las ideas y formular un discurso completo
- Limar, reordenar, hacerlo atractivo
- Hacerlo visible en los canales apropiados
- Comprobar si la receta ha funcionado o hay que insistir con los cambios
Y ahora ponte a pensar en todo ello y emociónate. Rocío del Cerro Comunicación tiene un amplio historial como docente que ha conseguido hacer muchos clicks en muchas mentes, que ha conseguido poner en palabras marcas personales que han brillado al hacerse palabras.
por Rocío del Cerro | Feb 1, 2017 | Marca personal, Networking, Pensamiento, Reciclados, Redes Sociales, Sociedad y comunicación
Reciclad@s.
Porque puedes tener muchas vidas
Ahí está el título de mi primer libro. Un libro que lleva mucho de mí, pero que también es una llamada de atención hacia la nueva tribu del XXI, la sociedad de los reciclados. Gente que vivimos muy deprisa, muchos años, con existencias abruptas, llenas de giros, de cambios de guion, de trabajo, de ciudad, de pareja…
Nos parieron en una sociedad de trabajos y matrimonios para siempre y hemos terminado en trabajos y parejas rápidas y urgentes. Ya no hay fábricas para fichar toda la vida, hay proyectos por meses; y cada vez son más los que cambian de hogar. La mayoría de nosotros hemos nacido a una nueva vida por obligación, la generación que ahora tiene veinte será reciclada por formación.
“Cómo se me ocurrió escribir un libro sobre reciclajes y segundas manos? Porque una vez me caí y me hice añicos y con algunas de esas piezas y muchas más me convertí en una versión nueva, yo diría que bastante mejorada de mi misma”
En este tiempo he aprendido de mi propia experiencia y de los cursos que he ofrecido a parados, a gente que emprende…que los Reciclad@s tenemos muchos puntos en común. En este libro repaso nuestros miedos más comunes, el problema de la incertidumbre, de la visibilidad, de cómo nos entendemos y cómo queremos que nos encuentren. La visibilidad, la marca personal, la experiencia, lo nuevo. Somos personas que nacemos a una nueva vida, pero no de cero, porque llevamos camino andado. Empezar de cero es una ordinariez.
Recomenzamos, y a veces ese renacer impone. Pero cuando te reconoces en el camino, las risas, las lágrimas, la sorpresa y la incertidumbre de otros el camino parece más fácil. De eso se trata, de hacértelo más fácil.
Os dejo el link de la presentación de Reciclad@s. Porque puedes tener muchas vidas. Tuve un anfitrión de lujo, Juan Ramón Lucas y un compañero musical Félix Fernández. Os invito a disfrutarlo.
Os invito a reciclaros