Un emprendedor es alguien que trabaja, idea, piensa en su negocio…. incluso cuando está en su momento de ocio.
El verano que en muchas ocasiones nos lleva de un lado a otro de la geografía nacional e incluso internacional, es un gran momento para dar a conocer tu empresa, para pulsar como vender nuevos productos, para tomar impulso, contrastar modas, revisar rutinas…
Pero sobre todo es un buen momento para practicar una buena comunicación, el boca a boca. Esta práctica, el boca a boca que da aire, que es muy utilizada para sacar adelante al enfermo moribundo; es también muy útil para salvar nuestra empresa. Es cierto que quien no está en las redes sociales no existe, pero también es cierto que los grandes acuerdos, las alianzas… se firman en el face to face, en la comunicación boca a boca. Se valiente y lánzate al ruedo de la visibilidad. Pero antes, piensa bien como “vendes, presentas, explicas” tu empresa, como resaltas los logros y cómo salvas los peros… esto te ayudará a buscar alianzas en el exterior para los puntos débiles y a resaltar los bondades que ofreces.
Esta herramienta no te será útil solo para presentar tu empresa al exterior, sino para poner orden en tus propuestas de venta. Quizá no te hayas dado cuenta, pero los humanos pensamos más y mejor cuando hablamos… incluso con nosotros mismos. Cuando nos damos explicaciones, ponemos las neuronas a funcionar… decimos, ¡hasta que no lo he dicho, no lo he pensado, ahora que lo digo, es verdad! Solo cuando ponemos palabras al pensamiento, aceleremos y provocamos mayor trabajo de nuestras neuronas y sus sinapsis, sus uniones… abriendo nuevos caminos en nuestro cerebro y en nuestras formas de venta…
Así es que amigo, practica la comunicación boca a boca, para salvar tu empresa, también en verano.
Parezco el antiguo anuncio de Coca-cola, aquel en que tanto queríamos a la gente… y en mi caso es verdad, me encanta hacer networking, porque no solo encuentro trabajo, proveedores, compañeros, sino amigos y maestros…
Como saben el networking es una forma rápida, educada, eficaz y simpática de hacer contactos.
Pero ¡¡¡ campana y se acabóóóó!!! No entiendo esta regla ensordecedora, que nos lleva al mundo de los super-tacañones del 1, 2, 3… ¿recuerdan?… Bueno pues ahora está de moda que los networking se hagan a ritmo de campana colegial y estridente. La parte positiva es que nadie monopoliza el encuentro, la negativa es que sensación de examen o de ring, que convierte el encuentro en antipático, antinatural.
Luego está el networking de las sillas para un minuto, que obliga a ir con el vaso de agua, el bolso, la chaqueta, las ideas, y la sonrisa de un lugar a otro… sin tiempo ni compostura posible para encontrar a la media naranja de tu negocio.
El networking del cuñado, es el bien pensante y facilón. Es el contacto con ese amigo de tu cuñado que te atiende respetuosamente y al que tú le invitas al café por el tiempo prestado. Exige un cuñado de grandes relaciones y grandes relaciones bilaterales con tu cuñado.
Por fin está en networking a la española, donde uno habla más que escucha, y se queda asentado en un grupo para no moverse jamás por la sala. Este último es el que mejor se nos da, pero no es el que mejores resultados atrae.
Un buen networking, tiene que tener algo de los cuatro puntos, y deben ser los convocantes los que se encarguen de dar ritmo, sin campanas ni alharacas, sino centrando intereses, animando conversaciones… procurando el respeto por el tiempo.
El verano es un buen momento para hacer networking, si usted es un networker sabrá que cualquier lugar es bueno para hacer amigos. Exigen saber escuchar, saber explicarse y saber cómo continuar la relación. Aprenda de sus hijos, ellos son los grandes networkers…
La forma más fácil de entender todo este lío de la comunicación es constatar que si no cuentas no existes.
Si te cuentas tu negocio de camisa hacia dentro, nadie sabrá de tu negocio ni de tus ideas
Un negocio callado, es un negocio inexistente para clientes, inversores, compañeros…
En un mundo en crisis, o pones tu escaparate al mundo a través de las redes sociales y el networking, o el mundo no te ve. Estará ocupado en ver a otros.
O eres distinto, o eres masa, más de lo mismo, sin nombre definido. No te pueden elegir
A menudo cuando comunicamos ordenamos el pensamiento, el proceso, y hasta las metas. ¡Pruébalo!
Los clientes no van a ir a buscarte, pero tú puedes salirles al paso.
La era industrial, ha dado paso a la sociedad de la información, cuarto poder y todo eso… ¿te suena?
Si despiertas interés, puedes obtener negocio.
No es un problema, es un reto, hay quien le llama feliz obligación.
Cuando te pones en el mercado, has dado el primer paso para hacer que las cosas sucedan, las buenas…
Han sido diez puntos pero podrían haber sido más. Tú y yo sabemos de la importancia de la comunicación, ahora vamos a ver cómo lograr ser visibles:
Crea una buena marca personal, una marca que indique quién eres, qué ofreces, cuál es tu diferencia, por qué hay que elegirte
Crea un logo, que hable mucho y bien de ti
Hazte unas tarjetas de visita, que sirvan para saber quién eres. Deja claras las claves de tu negocio, tu nombre, tu teléfono, tus redes…
Teje redes que te ayuden y no te ahoguen, que van a tu favor y trabajen para ti 365 días al año
Elige dónde debes y quieres estar, en Facebook, en twitter, en Linkedin…
Busca buenas fotos, fotos de ahora, que hablen bien de ti, en las que te reconozcas. Pagina
Si quieres ser visible, no copies, te convertirás en el plagiador de oro de la red, y eso si se transmite antes que tu negocio.
Haz un blog, yo antes tenía “Retuenti”, y ahora éste. Haz un blog que te sitúe como conocedor del tema, porque te obligará a conocer cada día más para ofrecer lo mejor de ti a los que te siguen.
Cuida mucho tus textos y tus fotos, forman parte de tu reputación digital y tu sombra es alargada, llega a todas partes y dura siempre.
Hay muchos profesionales dispuestos a ayudarte. Pero recuerda NO ES MAGIA, ES TRABAJO.
Pero recuerda que la visibilidad a cualquier precio, de cualquier manera, bajo cualquier rótulo o en cualquier foto, no vale. Hablamos de una buena visibilidad, no la que te convierte en un tonto, te resta puntos, o te desvía del camino que quieras recorrer.