2019: Atrévete con los cuentos

Somos puro cuento. Estamos más llenos de datos que de polvorones, tenemos la cabeza infoxicada de números… pero siempre tenemos hueco para conocer historias. Las historias nos encantan y nos crean recuerdo, nos ayudan a combatir el olvido, y encienden los focos sobre cualquier aspecto de nuestra vida. Cuéntame un cuento … invéntalo y verás cuál es tu capacidad de imaginación, cuál es tu riqueza de vocabulario, cuál es tu  capacidad para mantener las mentes despiertas…

Abandonamos demasiado pronto los cuentos. Pura paradoja. Sociedad de la información y de la comunicación… vivimos de contenidos… vivimos de las palabras… pero… tenemos miedo a hablar en público, no sabemos hablarnos en privado y somos un mar de dudas al presentar propuestas.

¿ Cuántas veces has jugado a ser orador? Muchas menos que a ser médico, pintora, arquitecta o peluquero.  Mucho menos que a jugar al fútbol o montar en bicicleta. Muy pocos niños juegan a ser oradores. Ninguno. Casi ninguno. Los que van para artistas y juegan a hacer representaciones son los que más practican, pierden el miedo a sobrexponerse, aprenden a ordenar ideas y hacerlas interesantes, inventan historias y adelantan sueños, revalidan su valentía cuando consiguen el aplauso de sus padres. Esos niños a los que se les dedica atención y sonrisa cuando comienzan a hacer sus pinitos quizá no lleguen a ser grandes artistas, o ni siquiera quieran serlo, pero tendrán mucho camino ganado para ser grandes oradores. Habrán hecho prácticas, corregido errores…

Te propongo que aprendas del cuento hasta que el tuyo sea tan bueno que puedas vivir de el. Cuéntate historias de un minuto, mini cuentos que hablen de temas que te atañan, que te preocupen, que te ocupen. Hazlo en alto, porque cuando hablas hacia dentro salen todas las palabras, pero no ocurre lo mismo cuando adquieren voz.

Pon cuentos en tu boca y en la de tus hijos… igual que nos preocupamos por hacerles bilingües y que practiquen inglés, o que vayan a deportes, haz lo posible porque practiquen imaginación, vocabulario y rapidez mental para inventar o reformular historias. Muchos niños tímidos han dejado de serlo haciendo teatro, muchos niños con miedos nocturnos han dejado de tenerlos cuando se han hecho dueños de sus propios monstruos y les han puesto nombre…

Hace unos años di clases de comunicación eficaz en muchos institutos y colegios de Madrid y los chicos se quejaron… de que eran pocas clases y les ayudaba mucho a desenvolverse y a estudiar. Querían más pero no haba tiempo en sus apretados temarios. Solo hablan en público para exponer trabajos sobre La Celestina, el día de la Paz o una redacción en inglés. Pero eso no es aprender a hablar en público… eso es hacer una exposición nerviosa y rápida sobre un tema en lo que más les preocupa es no hacer el ridículo y aprobar.  Esa misma trayectoria la compruebo ahora en las escuelas de negocios, gente que no sabe porque no lo ha hecho nunca o casi nunca. Y resulta que cuando se pone, le gusta. Le cuesta pero le gusta. Tienen en el móvil mil videos bailando y riendo, pero no tienen ninguno contando lo que hacen. Nunca se les había ocurrido grabarse contando lo que hacen y hasta les da corte la primera vez.  Luego lo limamos y se convierten en expertos.

No tenemos cultura de contar… contar, simplemente. Tener en cuenta al otro y hacer que nuestro mensaje llegue.

¿ Cuántas veces has pensado en ti como una empresa que hay que saber mostrar y vender? ¿Cuántas veces te has puesto a ordenar las ideas de tu propio anuncio?  ¿ Cuántas veces has pensado si me encontrara con este inversor le diría esta y esta cosa? ¿Cómo te hablas ante situaciones estresantes, cómo te explicas lo que quieres contar antes de explicárselo a los demás?  No lo haces porque te parece una patochada. Pero los grandes líderes si saben contar grandes historias, grandes cuentos… y suben, y venden, y te convencen.

 Afirman que lo de hablar en público es el miedo fundamental  que dicen sufrir los mortales. Tengo para mi que lo mismo el resultado está un poco trucado, es un miedo que da menos miedo reconocer para una encuesta ante un desconocido, pero es verdad que hablar en público da miedo porque sencillamente no sabemos.

Practica historias… pon en marcha tu imaginación, cuenta lo que haces, construye tu anuncio… Es una actividad que no necesita ni un tiempo ni un espacio, puedes realizarla mientras andas, conduces, te duchas…

Échale cuento… échate cuento. Cuando la gente viene a interesarse para recibir  cursos para aprender a hablar en público o ante los medios de comunicación se quedan sorprendidos: quince días antes de comenzar les digo… Cuéntate un cuento en voz alta para comenzar a practicar, y cuando terminan los cursos conmigo les recuerdo, hay que practicar, bienvenidos al mundo de las historias…

2019, atrévete a soñar y a poner los sueños en palabras… aprenderás a hablar en público y comprobarás que mucho de lo que sucede tiene su inicio en la historia que imaginaste.  Se hace realidad.

Ven a Rocío del Cerro Comunicacion, donde la experiencia hace magia.

Los ingenieros y la Comunicación: ¿ Se presentan eficazmente?

Se habla mucho de la ingeniería de la comunicación, de la comunicación digital y de era de la comunicación, pero se habla poco de la comunicación de los ingenieros. Y sin embargo este tema, el de la comunicación y saber venderse figura como uno de los temas que más preocupan en los foros y reuniones de ingenieros. Los españoles saben mucho, el nivel de estudios técnicos es altísimo,  pero saben poco de cómo contarlo y exponerlo. No saben venderse porque no se les enseña.

Has dicho ¿saber venderse? Si. La expresión es rotunda, pero es muy clara.  He dicho saber venderse y no por cuatro euros. La realidad es que en un mundo en el que se trabaja por proyectos puntuales más que por trabajos fijos, y en el que las mejores ofertas exigen no solo conocimientos técnicos sino conocimientos en inteligencia emocional y social, la comunicación comienza a ser una asignatura importante. La comunicación, la marca personal y las habilidades para crear y gestionar equipos han dejado de ser asignaturas de segundo orden, han dejado de ser “marías”. Los estudiantes reivindican que se les dé atención a estos conocimientos y algunas universidades van añadiendo asignaturas destinadas a mejorar sus dotes para conseguir mejores puestos de trabajo, relacionarse mejor. Las empresas quieren ingenieros que sepan ser portavoces, lideres de equipo, vendedores de proyecto, expertos que muestran conocimiento…

La caricatura del ingeniero como sabio solitario y solo, encerrado en un despacho con pizarra gigante, que entregaba soluciones a problemas enrevesados ya no existe. Ahora, los ingenieros demandan mejorar las habilidades para saber presentar sus propuestas, incrementar sus dotes de liderazgo, trabajar en equipo, hacer valer años de esfuerzo.

Dicen los americanos que las empresas te escogen por lo que sabes y desarrollas una carrera profesional o prescinden de ti por tu capacidad para relacionarte.

En esta área, en España tenemos tres retos:

  1. Nuestros ingenieros deberán poder comunicarse bien en castellano teniendo una presencia cuidada en las redes profesionales que son el nuevo “curriculum doing”; cuidando su propia marca personal como forma de dar valor a su trabajo y a las empresas, potenciando su inteligencia emocional y social para labrarse un buen camino, desarrollando una comunicación eficaz. Nuestras habilidades blandas nos hacen fuertes. Estas habilidades blandas son la comunicación, la empatía, la capacidad de autocontrol, de crear equipos… Las empresas ya no solo quieren técnicos, quieren profesionales que tengan y demuestren talante y talento y por tanto incrementen el valor de las propias empresas
  2. Nuestro sistema educativo deberá dejar de ser tan pasivo, basado principalmente en escuchar y memorizar,  para comenzar a hablar , razonar y convencer. Compruebo en mis clases sobre comunicación eficaz que hay jóvenes que han hablado en público cinco minutos en toda su vida estudiantil, cuando expusieron en alto en el bachiller el resumen del libro que habían leído para la asignatura de Literatura. No saben cómo es su voz, ni su capacidad de expresarse, ni qué hacer con las manos, ni cuáles son los aspectos fundamentales de su marca personal, ni qué es la marca personal, ni lo que da de sí la comunicación no verbal… saben jugar al fútbol mejor que hablar… porque le han dedicado horas de práctica a hacer deporte y solo… aquellos pocos minutos del libro de Literatura.
  3. Deberemos apostar por una educación en varios idiomas, aunque tengo para mi que el mundo tendrá metalenguajes más que idiomas. La mayoría de las palabras de marketing y empresa son inglés. Los profesionales de ingeniería probablemente también terminarán hablando inglés en sus trabajos porque el metalenguaje lo habrán impuesto desde el mundo anglosajón. Y los castellano hablantes tenemos la responsabilidad de que nuestro idioma no quede reducido a las charlas familiares.

Como experta y consultora en comunicación estoy ofreciendo estas clases en la EOI, Escuela de Organización Industrial,  para estudiantes, muchos de ellos de ingeniería,  que están en Colegios Mayores. También en la escuela de negocios EUDE B.S. Les está resultando útil y además les encanta, les descubre nuevas formas de conocerse, les abre áreas de creatividad que desconocían, les da más seguridad para expresarse y darse a conocer. Ellos ya saben que las habilidades blandas nos hacen fuertes profesionalmente. Al fin y al cabo, somos como nos hablamos y obtenemos resultados tal y como nos relacionamos. La absurda historia de los nerds encerrados ha dado paso a profesionales que quieren estar, recorrer y comerse el mundo.  Hace dos años comencé a comprobar el interés por estos cursos en colegios e institutos, ahora lo compruebo además con estudiantes universitarios.

Bienvenidos al mundo de la comunicación eficaz, al mundo de la gente visible y las ideas brillantes. Rocío del Cerro Comunicación

Los seniors no estamos locos. Como un Rolling Stone o una crema anti-edad

A la gente le gustan los Rolling, tararea sus canciones y las baila… pero ¿ los contrataría con un currículum de los que llaman ciego para que no se vea la edad ni el rostro o reconocería el talento de los viejos rockeros?  Una marca de cremas anti-edad da marcha atrás y reinicia su relación con una modelo a la que había rechazado por hacerse mayor.

El mundo es un lugar de viejos, en los que manda gente mayor enamorada de la juventud.

Por primera vez, el aumento de la edad de vida y la crisis económica han hecho que en el mercado de trabajo compitan hasta tres generaciones, abuelos, hijos y nietos. La misma crisis ha hecho que sean los pensionistas los que mantengan el núcleo familiar y los jóvenes mejor preparados de la historia los que se quejen de no tener hueco. A la espera de lo que pase cuando los robots entren en masa en el mundo laboral, cada vez son más las voces que intentan poner orden en este guirigay, y destruir barreras entre lo viejo y nuevo. Los jóvenes cada vez van a tener que vivir más con los mayores, y cada vez viviremos más como viejos que como jóvenes.

Séneca en “De la clemencia” avisaba de que si los esclavos de Roma tuvieran una vestimenta que les identificara, -un uniforme- serían conscientes de su número y verían que tenían más fuerza que los llamados hombres libres.

En el caso de las manifestaciones ha comenzado a pasar lo mismo. Los pensionistas, han puesto las cartas sobre la mesa para pedir las reivindicaciones… un AS incontestable, su número. Se han identificado, y con ello han identificado el problema, el asunto, la reivindicación. Han salido a la calle y ellos mismos se han dado cuenta de su fuerza, tienen voto y capacidad para conseguir escaños en uno u otro lado del espectro político. En el caso de las mujeres ha pasado lo mismo, se ha dicho mil veces que éramos la mitad de la población, pero se ha obtenido más peso cuando se ha visibilizado su número en la calle y se ha entendido la indirecta: la posibilidad de que ellas consigan un vuelco político, social… En el caso de la llamada “sentencia de la manada” el gran número de mujeres manifestándose en la calle ha hecho que la sociedad reclame una reforma urgente en la forma de entender y juzgar qué es una violación. Es la calle quien lo reclama.

Es curioso que, en la época de internet, donde cada feliz idea podría tener miles de likes, la red por sí sola no puede… lo que produce la inquietud y la llamada al cambio es el número… la aplastante realidad de la fuerza de un colectivo en la calle, su fuerza traducida en votos.

Lo que he visto en las concentraciones (cuando es estática) o las manifestaciones (cuando se mueven) … son en sí mismas un auténtico discurso ciudadano hacia los políticos.

Es un caso de conciencia grupal más allá de las consignas o las diferencias…y en este caso evidencia que la unión de un gran número de gente crea comunicación de fuerza y visibilidad. La marcha persona -persona impacta más que los cien mil likes en las redes. Ellos han conseguido hacerse un hueco en la agenda y en las programaciones.

Ahora deberíamos tener también más visibilidad y más voz los seniors, los profesionales que tenemos más de 50 años y a los que se nos hace invisibles en la empresa, en la calle, en las películas. Tiene tela que en un país con una población tan envejecida no se quiera hablar de profesionales mayores, ni de segundas y terceras oportunidades, ni de volver a empezar.

Nos cuentan que debemos trabajar hasta los 70 y cuando te faltan 20, es decir un 40% de vida productiva, te mandan a la chatarra. En ofertas de trabajo públicas, como Becas y Lectorados del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación se fija como edad tope para solicitarla los 37 años.  Otros, desde el buenismo, te sugieren la utilidad de los curricula ciegos, para que la edad no sea obstáculo ni las arrugas tiren atrás una impecable hoja de servicios. ¿Estamos locos?

En las redes, en los blogs, en los cursos de universidades y escuelas de negocios, en los municipios…veo que comienza a gestionarse un movimiento que habla de talento maduro, de seniors, de gente mayor que no encuentra trabajo, de emprendedores por obligación… de burbuja de emprendimiento, de abuelos jóvenes que han vuelto a ser padres de familia ante la crisis… de gente que mola y a la que sin embargo se le hace pequeña e invisible.

Confío que este movimiento de los de más de 50 comience a hacerse compacto y a tener número y discurso propio. Un discurso que ponga en valor la experiencia y la sabiduría profesional y emocional, pero también las ganas de seguir aprendiendo y compartir ganas y oficio con generaciones más jóvenes. Pertenezco a un colectivo que quiero que sea visible para poner de manifiesto la incoherencia de pedir más años de trabajo mientras se pone la fecha de caducidad en los 50 años.

Hay que seguir los pasos De la clemencia:   que se nos vea, que se nos escuche, que se nos entienda… y que se nos tenga en cuenta …pura comunicación.

Microsociología de las interacciones, comunicación, comportamiento social y político. Un mundo apasionante.

Regálate ese diamante llamado tú

Hablaba el otro día con @Evaluque sobre la necesidad que tienen sobre todo los emprendedores de ir cambiando y adaptando su marca personal al cambio de actividad y de entorno. Si eres emprendedor sabes muy bien de lo que te hablo; si trabajas en una empresa, también. La evolución de la marca le afecta a unos y otros, a los profesionales independientes y a los que trabajan por cuenta ajena pero ven cómo su papel dentro de las empresas cambia, cómo las marcas corporativas también cambian.

Muchos de nosotros hemos comenzado una nueva vida hace unos cinco o seis años. Salimos de la cueva de un trabajo fijo y de la zona de confort agarrándonos a unos conocimientos, pensando en los clientes que veíamos más cercanos… tal y como era el mundo hace cinco o seis años.

Lo que sucede es que nosotros, los de entonces, dijo el poeta, ya no somos los mismos. Pero dejamos nuestra marca exactamente igual en LinkedIn y variamos poco la forma de presentarnos a un cliente, o de mostrar nuestro trabajo en la web.

Tenemos la idea de que cuando uno empieza a trabajar y comienza a arrancar, lo de la marca queda ya para el siguiente que decide emprender.

Te digo que no. Estamos en diciembre. Buen mes para analizar, sopesar y tirar de reciclaje o tirar, así como suena, tu marca, y reorientarla de nuevo.

Mírate en LinkedIn, mira tu foto, tu presentación… piensa a qué cliente querías llegar y a cuál llega ahora, cuál era la base de tu negocio y cuál es ahora… Piensa en lo que pones y destacas… y ahora cae en la cuenta de lo que falta: las áreas nuevas en las que estás trabajando, los casos de éxito que ya tienes, las recomendaciones…  Reconoce que cuando empezaste pensabas que el negocio era de otra manera, lo que al cliente le interesaba era otra cosa, lo que tu podías ofrecer era mucho menos que ahora. Tomate un café contigo mismo, háblalo, discútelo, y comienza a quitarte la caspa.

Mira tus tarjetas… piensa si ya tienen algo que ver contigo… si el teléfono es de lo que más tachas porque ya no es el mismo… si la dirección ha cambiado…

Ahora mira tu página web y cuéntame si la has renovado, si ha ido evolucionando contigo o si se ha convertido en una mala imagen de marca de lo que haces ahora.

Créeme, tienes que mirar todo lo que compone la parte visible de tu marca personal y ver si es coherente y realista con tu actividad, con tu misión, con tu valor… con tu marca. Los estudios aseguran que los emprendedores arrancan al principio con más voluntad que pericia, y es la realidad la que les va colocando en su sitio. Menos mal que existe esa realidad, y que el negocio se reorienta en los primeros años de vida, porque muchos no sabían cuando empezaron a dónde iban, ni con qué socios iban. Experimentan muchos cambios en los primeros años, incorporan muchos conocimientos, varían diversos aspectos de su negocio para adaptarse a la realidad.

Ellos cambian, pero no reorientan su marca, no la hacen evolucionar. Eso, piensan, lo hicieron al emprender. Pusieron mucho énfasis en la web, las redes, las tarjetas… pero cuando pasan los años, ya no se piensa más en ello. Los contenidos son los mismos, las webs antiguas, las fotos irreconocibles.

Sonríes porque sabes que hace siglos que no miras ni la página ni las redes con espíritu crítico o con espíritu innovador… porque tienes la misma marca de cuando comenzaste. No vale, quítate la caspa. Empéñate en dar la mejor versión de ti. Fíjate en los detergentes, en los coches… siempre ponen “nuevo”.

Recíclate en tus redes, en tu identidad digital … para que también ellas evolucionen contigo… Nadie te pide estar en ellas, pero si has decidido hacerlo, intenta que tu escaparate no esté antiguo ni lleno de telarañas. Recíclate o te molestará saber que para los demás te has quedado detenido en el tiempo, en el momento en el que empezaste tu nuevo camino… serás casi una foto en sepia.

 Dos veces al año por lo menos date una vuelta por tus perfiles, por tu web, por tus tarjetas…

Cuando doy cursos de turismo les digo que me sorprendo a veces con web antiguas que muestran fotos de los hoteles antes de hacer la reforma…

Cuando veo algunas marcas personales echo de menos algunas cosas… por ejemplo casos de éxito que sé que ya tienen, o conocimientos y habilidades que han adquirido.

Dale una vuelta y déjate asesorar por expertos. Déjanos mejorar tu página web, mejorar tus redes, ayudarte a ser más visible y con una marca personal más eficaz.

Dedícate a ti esta Navidad, púlete, saca brillo a ese diamante llamado tú … que el 2018 te acompañe con una marca en la que brilles. 

¡Hola Septiembre! Diez pasos para comunicar mejor

Después de un mes de vacaciones. Bueno, después de unos días de vacaciones. Vale, después de una escapada de vacaciones y unos meses en los que realmente has tenido más tiempo para pensar, has llegado a la misma conclusión que yo, tienes que echarle más ganas al departamento de comunicación de tu empresa. Un departamento os digo siempre, que puede estar formado por muchas personas o por ti mismo, que puede tener mucho o poco presupuesto, pero que tiene que tener siempre pasión, conocimiento y creatividad.

Bien después de estos días de más o menos paz, ya te has dado cuenta qué es lo que funciona y no funciona en tu empresa. Desde Rocío del Cerro Comunicación voy a repasarlo contigo.

  1.  Si eres emprendedor o empresario, repasa tu imagen corporativa, qué vendes y cómo lo vendes. Cuál es tu valor. Analiza cuáles son tus puntos fuertes e incide en ellos y cuáles son los que más vale la pena olvidar. Si necesitas ayuda, pregunta, compara y si puedes, buscar un asesor.
  2.  La página web, la dejaste tirada en junio porque estabas cansado y porque en verano total…. Vale, pues subsana el error. El verano es la gran fecha para remodelar, rehacer, tirar, poner nueva página web con todos los nuevos proyectos y líneas de negocio que tendrás en el próximo curso escolar. ¡¡¡¡ Hazla ahora, ahora!!! Quita las fotos anticuadas, hazla más eficaz, más fácil, más intuitiva, que se pueda visionar desde el teléfono o la Tablet.
  3.  Vuelve a mirar tu marca personal, si, si, tu marca personal. Qué vendes, cómo lo vendes, cómo lo explicas, cómo te vistes, cómo gesticulas, con qué presentación, con qué tarjetas, en qué te diferencias, vender por valor o por precio…. ¿Sabes por qué las tiendas cambian de escaparate? Claro que lo sabes. Porque si están antiguas, de la temporada pasada, y llenos de porquería, no venden. ¿Tú cómo estás? ¿Estás dejado? Necesitas vídeos, fotos, mensajes contundentes, frases … formación, retos nuevos.
  4.  La comunicación de tu empresa depende de ti. Guarda tiempo para analizarla, para crear, para mantener contacto con la gente, para leer. Este año deja atrás la frase de que como trabajas tanto no puedes quedar con nadie, ni ver la tele, ni leer un libro, ni ir a una exposición ni a un teatro. El mundo se mueve deprisa, no te llenes de caspa, no dejes que tu negocio se quede metido contigo en tu cueva sin ventilación y sin ventanas al exterior. Para explicar, vender, mostrar… hay que saber por dónde se mueve el mundo, qué claves utiliza, qué cosas nuevas puedes aportar. Aprende a ser una esponja para aprender de los que más saben. Muévete por las calles más creativas de la ciudad, fíjate en cómo viste, habla y se mueve la gente que podría ser tu posible cliente. Conócelo.
  5.  Limpia tus redes profesionales de todas las fotos de verano que no son exactamente las fotos que te van a ayudar a proyectarte mejor, vender más, dar a conocer tus ideas. Todos tenemos fotos muy personales y familiares… que no tienen porqué aparecer en nuestras redes profesionales. Pon tus mejores fotos, no cualquier foto. Pon tus comentarios, pero no solo esos sobre la expulsión de no sé quién en un partido de futbol, o de no sé cuántos en una determinada situación que el resto del mundo desconoce.
  6.  Hazte Knowmad. Quizá no tienes tiempo ni dinero para un gran curso, pero si para hacerte una educación a tu medida, de forma gratuita, en internet. Ponte charlas y películas. Mira que hace la competencia. Hazte fan de TED, aprende a hacer mil cosas. Reciclados, no es solo el título de mi libro, es una forma de vida que puedes seguir. Hay veces en que te reciclas o mueres de aburrimiento, de asco, de pena….
  7.  La comunicación es como su nombre indica una unión entre dos partes, una puesta en común. Atrévete a interactuar con tus clientes y socios de una forma diferente a través de las redes. Ponte más en su lugar y adapta tu mensaje, tus ofertas, tus productos y tus ideas a sus necesidades, su forma de hablar, su forma de ser… déjate de anglicismos, latinajos y expresiones que puedan alejarte de un comprador, y utiliza todos ellos para acercarte a un socio o un director de proyectos. Adáptate, como los bichos, para que tu negocio sobreviva. Si hay que enseñar el negocio, foto; si hay que acercarlo, video; si hay que explicarlo, palabra…si hay que indicarlo, mapa.
  8.  Siéntate con tus recuerdos de verano, y piensa que es lo que más y lo que menos te ha gustado. De los viajes, de las experiencias, de los buenos y los malos servicios se aprende mucho. Piensa cómo conociste ese hotel, quién te hablo de tal o cual restaurante, porqué fuiste allí y no aquí… y comenzarás a aprender de comunicación mucho más de lo que crees. La comunicación es un oficio que se aprende, se cuida, se lima y se le saca brillo cada día.
  9.  Mira a ver como hablan de ti tus amigos, para qué te buscan y sabrás mucho más de tu marca personal y de tus habilidades. De lo que dicen los clientes, de lo que dicen tus amigos, tu familia, de lo que hace la competencia vas a aprender mucho, muchísimo. Encontrarás ideas, encontrarás argumentario. Encontrarás los pequeños detalles que te harán diferente. Has oído hablar de los Big Data, los datos que te aportan información esencial para tu negocio. Bien pues trata también los Little Data, los pequeños comentarios…
  10.  Proponte mimar tu comunicación interna y te verás a ti mismo cuidando mucho más de ti. Eres cómo te hablas, de lo que hablas… Toda acción es primero una idea que se explica con palabras. Todo tu futuro es un propósito que se explica con palabras; Tú eres tu ángel y tu demonio y te lo dices con palabras. Mejora tu comunicación interna, trátate mejor y el resto también lo hará.

En comunicación se comienza por un paso, un buen paso y se termina con una buena carrera hacia el éxito.

La emoción de hacerse visible

He tenido un inicio de año en el que he ofrecido varios cursos sobre la visibilidad. Le llaman comunicación eficaz para ventas, para tu negocio… realmente es visibilidad. Y de lo que me he dado cuenta es de que en los cursos en los que se habla de visibilidad terminamos hablando de emociones. La gente se pone a escribir sobre su marca personal, quién es y qué quiere y sale alguna lágrima; se pone a contar en público qué es lo que desea hacer con su vida y tiembla, sonríe, ¿Por qué tanta emoción?

Hablar de visibilidad, de visibilidad para tus ideas o tus negocios, para hacer que te vean, que te oigan, que te sigan, que te elijan exige una primera parte de autoconocimiento. A menudo la gente que viene a mis cursos cree que desde el primer momento comenzará a tomar apuntes sobre comunicación, olvidando que para hablar bien en público, primero hay que pensar, hay que reorganizarse, hay que conocerse y conocer bien qué es lo que quieren vender. Después, hay que comunicar.

Parece obvio y no lo es. Es apasionante.

Como Rocio del Cerro Comunicación siempre comienzo mis clases pidiéndole a los asistentes que reflexionen sobre lo que quieren decir, pero aún más desde dónde lo quieren decir. Para mostrarte a los demás, convencer a los demás, para hacerte visible tienes que tener muy claro quién eres tú y cómo es tu negocio. Les invito a que se den cuenta de que solo tenemos unos segundos para hacernos hueco en este marasmo de comunicación y esta rapidez con la que se viven las relaciones sociales. Les digo:  no hay una segunda primera impresión.

Y después añado ¿quién eres tú, cómo deseas ser reconocido? Y les digo pensad en vosotros como una marca que hay que vender. Piensa en todo lo bueno que tienes, los retos que debes superar para ser tal y como deseas ser, piensa en cómo explicarte. Piensa también en tu negocio, en que se diferencia de los demás, porqué fijarte en él, quienes se van a fijar… Haz un anuncio, tu mejor anuncio. Un anuncio que los demás puedan replicar, para que sepan decir exactamente qué haces y a qué te dedicas.

Y vamos desgranando poco a poco la película de lo conseguido, de los retos, de los sueños, de los obstáculos, de las realizaciones y entonces la gente llora, y se emociona, y se ríe… y va colocando las ideas en la cabeza, y comienza a compartir pensando en el otro…

Y dicen cosas como: no había pensado así en mi proyecto hasta que no me he parado a pensar cómo venderlo, no me había dado cuenta de cómo me veían los demás hasta que no he practicado en esta clase, no me había dado cuenta de las posibilidades de mi negocio hasta que no he escuchado las preguntas que me hacían los demás…

Es cierto que cada uno de nosotros puede tener su minuto de gloria, tenemos muchos minutos de gloria para dar a conocer nuestras ideas, para ligar, para exponer… lo cierto es que serán 60 segundos perdidos si tu cabeza no alberga un discurso ordenado acerca de ti y de tu negocio.

Preocúpate de saber primero cómo eres y para qué quieres hacerte visible, recuerda cuáles son tus señas de identidad y cuáles son las características de tu negocio… y entonces, solo entonces, encontrarás el hilo de tu propia historia y brillarás más que nadie porque sabrás lo que quieres contar. Habrás encontrado tu marca personal, lo que te hace diferente, lo que hace que no te olviden, lo que hace que te busquen.

Os aseguro que en casi todas mis clases sobre comunicación eficaz hay lágrimas y risas de emoción, gente que se descubre en facetas desconocidas o que pone en valor recursos que hasta entonces permanecían en el olvido.  Incluso los he tenido, que en el taller de comunicación han decidido cambiar su taller de trabajo, porque se han dado cuenta de las cosas que más atraían a los que le escuchaban.

Recuerda , eres capaz de contarle a una persona mayor y a un niño el cuento de Caperucita porque te lo sabes muy bien, lo tienes ordenado en tu cabeza, lo visualizas de principio a fin. Puedes reducirlo o aumentarlo, ponerle más brillo o quitarlo… es fácil, puedes adaptarlo, porque repito, lo sabes bien.

Lo sorprendente es que muchos de nosotros queremos explicar bien lo que hacemos, lo que somos sin haber dedicado ni un minuto a ello. Tenemos una gran oficina detrás, y un gran producto por vender … pero nunca nos hemos parado a conocerlo. Nos parecía que era perder el tiempo.

Si te parece que aprender a vender tus ideas y tus proyectos es perder el tiempo, prueba a quedarte para siempre en el mundo de lo invisible, de lo que no existe, de lo que no se ve. Dime, ¿hay mayor pérdida de tiempo y dinero que aquel que se empeña en  ser invisible? ¿En hacer invisibles sus productos, sus ideas o a sí mismo? Si te parece que pensar en comunicación es caro, piensa lo siguiente: cuando das a conocer las características de tu producto o la fuerza de tus ideas, tr estas ahorrado una gran cantidad de tiempo y dinero.         ¿Por qué? Porque en el momento en que das a conocer una idea ya puedes ir recogiendo el feedback, saber qué es lo que los demás opinan, las caras que ponen.  Si vas a equivocarte que sea rápido y barato, compartiendo con los demás, puedes saber qué le sobra y qué le falta a tu idea, rápido y barato.

Para algunos este ejercicio es un ejemplo claro de sobreexposición o de culto al ego. No te confundas en el siglo XXI, en la era de la información, si no informas, no existes. Y si informas mal, te pegas tiros al pie.  Esta es una ley de oro para el político, para el empresario, para el líder y para el perdedor. Una de las mayores claves del éxito, es poder poner el foco sobre ti, para ganarte el derecho a poder explicarte. Me dirás que hay papanatas que han puesto el foco sobre si mismos para contar a los cuatro vientos entresijos sobre su vida, y te responderé que incluso esos creyeron triunfar ganando cuatro duros por una dignidad entera. Me dirás que la sociedad solo hace caso a los grandes y olvida a los  que más lo necesitan, y te diré que casi todas las causas sociales comienzan a ganarse cuando alguien les pone voz. Me dirás que mucha gente utiliza la palabra para engañar y otros el silencio para aprovecharse de las sombras. Lo cierto es que siglo XXI y comunicación van unidos y te pongas como te pongas Internet es imparable, y el escaparate, continuo.

En mis relaciones con el mundo de la empresa, me doy cuenta de que hay grandes compañías que no cuidan la comunicación porque la consideran una tarea de rango inferior. Olvidan que ellas mismas se explican con palabras, y que su trabajo no será reconocido si no es conocido.

La paradoja de los invisibles

También hay gente invisible. Los hay porque la sociedad los dejó arrumbados, y su tristeza y miseria permanece por decreto invisible a los ojos de los demás. Es el caso de los sin techo, de los enfermos por droga o por alcohol… no merecen el espacio de los informativos ni la atención en el discurso político. No pueden salir de la miseria porque no hay un foco sobre ellos, y cuando es la cerilla quien les alumbra es a menudo para explicar solo su parte más sórdida, más negativa, más extravagante. No pagan impuestos ni votan… no hay enchufe en el que encender la bombilla.

Hay invisibles de alta gama. Gente que está más allá de los negocios y de la vida de la gente corriente y que viven invisibles para la mayoría de los mortales en lugares y con existencias que apenas nadie conoce.

En esta época donde la sociedad pelea por ser socio-económicamente una clase media uniforme y humanamente seres diferentes, los seres invisibles son los que se mueven en los extremos de la riqueza y la miseria, y los que están en el centro de la línea son los que pugnan por darse a conocer. Tan iguales y tan distintos, tan parecidamente diferentes…

Habiendo como hay millones de negocios, solo el que llega al corazón y la cabeza, llega también al bolsillo.

De todo ello hay excepciones, personas que han hecho de su marca personal la invisibilidad y el silencio, porque las redes le parecen muy ajenas, porque su cliente no bucea en ellas, o porque decidieron no dar el paso a la era digital.

Por fin están los mediocres, que se han perdido en el sumidero de la rebaja, que han decidido hundirse en el silencio del que opta por quedarse en la zona de confort esperando hundirse con el barco.

 

Receta de la visibilidad

  • Descubrir la marca personal,  mediante la realización de un DAFO ( exposición de Debilidades, Amenazas, Fortalezas Y Oportunidades que vemos para nosotros mismos o nuestros negocios)
  • Descubrir quién es nuestro  cliente, ponle nombre y apellidos, una profesión, unos intereses, un sueldo, una historia
  • Descubrir nuestra diferencia
  • Ordenar las ideas y formular un discurso completo
  • Limar, reordenar, hacerlo atractivo
  • Hacerlo visible en los canales apropiados
  • Comprobar si la receta ha funcionado o hay que insistir con los cambios

Y ahora ponte a pensar en todo ello y emociónate. Rocío del Cerro Comunicación tiene un amplio historial como docente que ha conseguido hacer muchos clicks en muchas mentes, que ha conseguido poner en palabras marcas personales que han brillado al hacerse palabras.