¿Alguien duda que una comunicación eficaz marca la diferencia? por lo tanto…

Para aprender, hay que practicar…

  • Las conferencias, los talleres… Son despertadores, que sirven para eso, despertarnos las ganas de seguir profundizando desde los fundamentos básicos que nos descubren, hasta tomar la decisión de avanzar. Adquirir mediante el conocimiento y sobre todo la práctica, las herramientas que nos permitan construir una comunicación eficaz.
  • Se trata de pararte, reflexionar y poner en práctica lo aprendido. Conocer tu voz, leer en alto, acostumbrarte a contarte y contar, poner en orden tu mensaje, personalizarlo…
  • Los cursos de comunicación son grandes lugares para bucear sobre la propia marca personal, las dotes de liderazgo, nuestra inteligencia emocional y social… te sorprenderá lo mucho que un buen curso de comunicación puede hacer por ti, tanto profesional como personalmente. Diría que sobre todo personalmente.
  • A hablar se aprende hablando y en los cursos de comunicación a comunicar, tienen que tener como punto central, las prácticas. La posibilidad de poder verse, de oírse, de analizar las zonas de mejora, afianzar y potenciar las capacidades, en definitiva, de progresar.
  • Qué posición tienes ante tu comunicación. Los dos extremos: el primero, soy muy tímido y esto no me lo va a solucionar, el segundo, soy muy sociable y con don de la palabra y no me hace falta.

Como ya señalé en un post sobre la timidez, los tímidos son buenos comunicadores porque son buenos observadores, solo tienen que… practicar herramientas para vencer la timidez.

Las personas muy sociables con el don de la palabra, perciben la comunicación como algo innato, pero…, a veces, se van por las ramas, les cuesta concretar el mensaje, lo difuminan, improvisan… Y sabemos que la mejor improvisación es… la preparación.

  • En esta sociedad de la información, con multitud de redes donde circulan ideas, conocimiento, relaciones personales y profesionales, la comunicación es una sobre-exposición que requiere una gestión eficaz. Si vas a comunicar hazlo de la mejor manera posible.
  • Busca profesionales de reputación contrastada que te motiven para aprender y síguelos, en Internet, en conferencias, en talleres… escoge solo, lo mejor.

En Rocío del Cerro Comunicación diseñamos cursos a la medida de las personas y organizaciones que saben la importancia de una buena comunicación, de una comunicación eficaz.

Poniendo los medios, incluidos los audiovisuales, al servicio de un entorno donde se da prioridad a la práctica y se analizan las zonas de mejoras y capacidades, para conseguir una comunicación eficaz.

Ni sabotaje interno ni bullying, enséñale a tu hijo a decir… ¡Hola! a un nuevo curso

Se nos olvida que cuando a un niño le ofrecemos un guion, lo borda. Si le dices a un niño que es malo, se convertirá en el malo, si es torpe se convertirá en el torpón.

Cuidado con lo que decimos, porque lo interiorizarán y lo cumplirán al pie de la letra.

En los cursos de comunicación que ofrezco insisto en que la comunicación comienza por uno mismo, cómo nos hablamos, lo qué nos decimos. Pensándolo bien no nos corregimos nada y si nos corrigiéramos más el mensaje interno que nos mandamos, los resultados de la vida serían mucho mejores. Lo escribo, además, para volver a tatuármelo en el cerebro, porque dicen que lo que se enseña se aprende mucho mejor. Enséñenlo también ustedes y grábenselo.

Ahora que comienza el curso, recuerda: habla a tu hijo de forma que le potencie. No como un amigo, como un padre, alguien que le conoce bien, que le quiere mucho, y que sabe las palabras que potencian o hunden. Déjale que mire la vida con la V de la victoria en los dedos, que se coma el mundo con tus palabras de aliento y enseñándole a hablarse bien desde el primer día de clase. Si se dice yo puedo, las matemáticas serán un reto, no un problema inalcanzable.  Si establece metas, establece la disciplina para llegar a ellas.

Habla también de la empatía en el primer día de curso, de las reglas de juego de una buena comunicación y una buena inteligencia social. Recuerden que no solo les llevamos a los centros educativos a aprender materias, les llevamos sobre todo para que aprenda a ser personas que valgan la pena. Para aquellos que solo se fijan en las notas, les diré que los grandes puestos no solo los ostentan los listos con grandes índices de inteligencia; los grandes puestos los ostentan las personas que tienen liderazgo, que son sabios emocionalmente, que saben unir personas y rodearse de los más grandes. De hecho, en las empresas te escogen por lo que sabes y te echan o te relegan por tu capacidad de hacer equipos.  Lo que se dice, cómo se dice forma parte de nuestras relaciones con la gente. Relaciones en la clase y en las redes, en los primeros grupos que se forman en los patios, en los WhatsApp que montan para hablar de sus cosas y donde a veces nacen las semillas de la separación y la discordia.

Mantén los oídos abiertos a los calificativos que emplea para hablar de unos y de otros, a la forma en la que habla de sí mismo… las palabras no son inocentes ni neutrales, las palabras dan pistas sobre lo que nuestros hijos hacen y piensan.

Enséñale a tener una buena comunicación interna y externa: no al sabotaje interno y no al bullying, porque hay palabras que son como piedras sobre uno mismo y sobre los demás. Hieren y a veces matan.

No es magia, es trabajo, en @Rocio del Cerro Comunicación lo sabemos. De hecho, cuando voy a los institutos a impartir talleres sobre inteligencia social, sobre la importancia de comunicar bien hacia dentro y hacia fuera, adivino en ellos que la charla les hace click. Para ellos es muy importante aprender a hacer una buena gestión de la comunicación, de hecho, es la base para la acción.

Es un tema apasionante, que seguiremos tratando. Lo avanzo.

¿Cómo me reciclo?

¿Cómo me reciclo? Formación y networking para emprender o aprender.

Una de las preguntas que más me hacen, es cómo puede uno reciclarse sin que el bolsillo muera en el intento, sin que la cabeza se vuelva loca de mirar en todas partes…

Yo soy reciclada, y ahora me dedico a reciclar a otros, así es que conozco bien el camino.

La mejor forma de reciclarse es comenzar por mirar en Internet, o en las concejalías de empleo jornadas, cursos y networking.

La calidad de los mismos es muy buena, sobre todo porque despiertan los sentidos, actúan como iniciadores de caminos… ayudan a conocer gente, tomar y descartar ideas, ponerse al día en la moda de los lenguajes… Suelen ser cursos baratos o gratuitos, donde a lo mejor no están los profesores de más renombre, pero si los que ponen mucho empeño e ilusión en dar lo mejor de sí mismos.

Conozco mucha gente que después del hachazo del paro, del ERE… se encuentran perdidos y no saben por dónde empezar a buscar la luz… y estos cursos y estas jornadas les sirven para comenzar a dar los primeros pasos hacia la luz.

No solo se aprenden cosas, sino que se aprende mucho de uno mismo. Comienzas a hacer networking, a exponer lo que quieres, y cuando empiezas a verbalizarlo, empiezas a darle forma, y de pronto cuando se lo están contando a otro, te descubres pintando tu futuro…

NETWORKING, que ahora está en todas partes, y es una de las primeras palabras del reciclaje. Son reuniones de gente que buscan aliados, clientes, proveedores, ideas… los hay gratis y los hay de pago, hay asociaciones y hay improvisaciones y son un gran lugar para reciclarse… porque te obligan a hablar, a dejar de mirarte el ombligo, a vender que es lo que quieren hacer…

Otras herramientas baratas de reciclaje son las bibliotecas públicas e Internet… he aprendido mucho de las charlas TED, de las tesis que puedes estudiar, y de las estanterías de libros que ofrecen muchas perspectivas de la realidad.

Estos caminos te llevarán a otros, más específicos, más adecuados a ti.

Cuando comencé a reciclarme, entendí que era un proceso que dura siempre… y en el que no solo hay que aprender, sino desaprender mucho… abandonar toxicidades para no cargar con las basuras propias a otro.

De hecho, cuando los usuarios vienen a Rocío del Cerro Comunicación, me doy cuenta de que no solo tengo que tratar las herramientas de comunicación externa para ser más eficaces, sino las de comunicación interna para salir de la crisis, para explicarnos el mundo, nuestro mundo, de otra manera.

Octubre: ¿Por qué no te animas a aprender comunicación conmigo?

“Como decíamos ayer”… que han dicho tantos ilustres para hacer referencia a un tiempo entre paréntesis. Como decíamos hace casi un año, la comunicación es parte fundamental de mi vida. He estado un año, alejada del blog, poniendo negro sobre blanco el proyecto de mi Tesis doctoral. Meses donde he centrado el estudio y la investigación en una Tesis que habla sobre la política e Internet, y de la que he aprendido tanto. Ahora feliz, vuelvo a mi blog, a compartir con vosotros mi experiencia, y todo lo nuevo que he asimilado en este periodo. Prepararse y enseñar forman parte del mismo capítulo, el reciclaje continuo.

Ahora estoy lanzando cursos de fin de semana, cursos de 12 horas para aprender a hablar en público, para tener una comunicación más eficaz, para tener herramientas con las que ser más brillante, vender mejor tus ideas y no tener que morir de nervios en el intento. ¡¡¡ Luces, cámara, comunicación !!!

Me doy cuenta de que no solo los políticos que buscan el liderazgo, sino los empresarios y los emprendedores que buscan el éxito en los negocios deben centrarse en mejorar su comunicación. Si no sabes explicar tu negocio, no existe. Si tu postura contradice tu mensaje, no ofreces confianza, si no eres capaz de estructuras tu mensaje, te pierdes.

Y para aprender, ya sabes, lo mejor es practicar y ver cuáles son los puntos de mejora. Por eso, en nuestros cursos, en Rocío del Cerro Comunicación, ofrecemos poca teoría y mucha práctica, delante de la cámara, grabando tu voz, analizando tus posturas… analizando los puntos de mejora, y afianzando lo que enseñamos.

Solo practicando, viendo, analizando, mejorando… te convertirás en un líder en comunicación, sin que hablar en público signifique que te suden las manos y se caigan los papeles, sin quedarte en blanco, sin dejar en el tintero las ideas que querían comentar.

No es magia, es trabajo, pero cuando uno aprende el resultado se le parece.

¿Deberíamos enseñar a los niños a comunicarse? Porque ahora solo les enseñamos a hablar

Parece mentira, porque el niño nace comunicándose, no nace hablando… y ya le entendemos. Así es que cuando nuestro bebé arruga la nariz, emite sonidos, llora,… sabemos que algo está pasando… y cuando dejamos de ser primerizos, sabemos casi exactamente lo que está pasando.

Al principio todos los bebés son magníficos relaciones públicas, con gran intuición para saber sobrevivir, con un magnetismo personal fuera de toda duda… con una comunicación natural, estupenda. Y es que se nos olvida que el habla es una parte reducida de todo el proceso comunicativo.

Después nos preocupamos porque los niños aprendan a hablar, pero no que aprendan a comunicarse. Les enseñamos a no confundir z y c, el me y el se, a dar las gracias, pero sin preocuparnos de que lo digan mirando de frente y sonriendo a la persona que nos hizo un favor. Les enseñamos por tanto a balbucear palabras, o tener una dicción perfecta, olvidando que el lenguaje de los gestos les añade inteligencia emocional, les ayuda a relacionarse más y mejor, de una forma más intensa, más real, y más fácil. No vale de nada dar las gracias, sin mirar, de pasada… porque convierten un elogio en un acto de superioridad hacia quienes le hicieron el favor.

Se enfadan con nosotros, con sus amigos, con sus profes y no saben gestionar sus emociones porque no saben comunicarse con ellos mismos ni con los demás. No han aprendido el dialogo interno para ponerle nombre a las emociones y saber el antídoto de cada una de ellas.

Hacen exámenes donde saben las cosas que el libro dice, pero sin entender las palabras, y sin saber expresarse con claridad. Cuando uno no sabe explicar bien las cosas, es porque no sabe pensarlas, no las ha entendido, no las ha hecho suyas.

No les hemos enseñado el lenguaje de los gestos, y nos encontramos jóvenes de rostros impasibles que convierten la comunicación verbal en mensaje impersonal de WhatsApp.

Y hablando de redes sociales, no les hemos enseñado a quien dirigirse. Les hemos enseñado mensaje, pobre, pero lo enseñamos, les hemos dicho quien es el emisor, ellos mismos; pero a quién le hablan por las redes sociales, quién está al otro lado, para qué utilizaran sus fotos, sus risas, para qué….

Les hemos dado un altavoz, que no saben manejar, pero que a ves les devuelve un eco atroz, en forma de bulling, de sexting… de todas esas palabrejas que significan que las personas, niños y mayores pueden hacerte daño…

Y cuando yo le enseñé a mi hija a hablar, no pensé que pudiera ser un arma de destrucción, de ilusiones o de relaciones.

Ahora lo pienso, y cada vez pongo más atención no solo en lo que dice, sino cómo lo dice, a quién y para qué…le digo que escuche a las personas con los oídos, con los ojos, con el corazón, con la intuición…

Felicito a los colegios que están poniendo en marcha cursos transversales sobre inteligencia emocional e inteligencia social, para saber formar personas.

La comunicación le ayudará a ir por donde quiera, le enseñará el valor de las personas y las cosas, le ayudará a enfrentarse a sus alegrías y a sus problemas, le ayudará a explicarse a sí misma, poner en orden el pensamiento, escribir mejor una carta o un currículo para conseguir trabajo…

La comunicación nos sitúa en el mundo, nos da las claves internas, nos ayuda a explicar y explicarnos… y le dedicamos cuatro tardes a decir no se dice pío, pío, se dice pollito…