Reciclad@s

Reciclad@s.

Porque puedes tener muchas vidas

Ahí está el título de mi primer libro. Un libro que lleva mucho de mí, pero que también es una llamada de atención hacia la nueva tribu del XXI, la sociedad de los reciclados. Gente que vivimos muy deprisa, muchos años, con existencias abruptas, llenas de giros, de cambios de guion, de trabajo, de ciudad, de pareja…

Nos parieron en una sociedad de trabajos y matrimonios para siempre y hemos terminado en trabajos y parejas rápidas y urgentes. Ya no hay fábricas para fichar toda la vida, hay proyectos por meses; y cada vez son más los que cambian de hogar.  La mayoría de nosotros hemos nacido a una nueva vida por obligación, la generación que ahora tiene veinte será reciclada por formación.

 “Cómo se me ocurrió escribir un libro sobre reciclajes y segundas manos? Porque una vez me caí y me hice añicos y con algunas de esas piezas y muchas más me convertí en una versión nueva, yo diría que bastante mejorada de mi misma”

En este tiempo he aprendido de mi propia experiencia y de los cursos que he ofrecido a parados, a gente que emprende…que los Reciclad@s tenemos muchos puntos en común.  En este libro repaso nuestros miedos más comunes, el problema de la incertidumbre, de la visibilidad, de cómo nos entendemos y cómo queremos que nos encuentren. La visibilidad, la marca personal, la experiencia, lo nuevo. Somos personas que nacemos a una nueva vida, pero no de cero, porque llevamos camino andado. Empezar de cero es una ordinariez.

Recomenzamos, y a veces ese renacer impone. Pero cuando te reconoces en el camino, las risas, las lágrimas, la sorpresa y la incertidumbre de otros el camino parece más fácil. De eso se trata, de hacértelo más fácil.

Os dejo el link de la presentación de Reciclad@s. Porque puedes tener muchas vidas. Tuve un anfitrión de lujo, Juan Ramón Lucas y un compañero musical Félix Fernández. Os invito a disfrutarlo.

Os invito a reciclaros

La tarjeta de visita que no entiendes ni tú

Tengo en casa un montón de tarjetas de visita, y muchas de ellas forman parte de un montón que no utilizo… salvo para ponerlas de ejemplo de “tiros al pie”.

He preferido poner la mía y no la de gente que me entrega alguna de estas que pongo en el montón, porque se puede hacer crítica constructiva sin señalar. Sin señalar ni llamarte por teléfono, ni por supuesto ponerte un email.

En un mundo en el que es más difícil a veces conseguir clientes que realizar el trabajo final, ¿Por qué dedicamos tan poco tiempo y tan pocas ganas a buscar clientes? En Rocío del Cerro Comunicación sabemos que una mala tarjeta es una ocasión de negocio perdida.

¿Qué me dices de estas tarjetas con todo tachado, porque ya no es el mismo teléfono y le hemos cambiado el nombre a la empresa? Son una tarjeta que pone, no me llames jamás. La cosa es también complicada cuando la persona en cuestión te escribe el nuevo nombre y el número de teléfono con una grafía nerviosa que no entiende ni él, y a cuyo descubrimiento no vas a dedicarle ni cinco minutos. Si hay mil médicos, cien abogados, cuatrocientos pintores ¿por qué te voy a llamar a ti, que no entiendo tu tarjeta?

Hay otros que utilizan unas letras de imprenta tan raras, que no sabes bien qué pone la tarjeta. Otras veces para cuando lo has descifrado te das cuenta de que el trabajo no valía la pena. El sujeto en cuestión es “facilitador holístico, experto en terapias alternativas”. A este sujeto ¿cuándo le llamas? Si no sé qué es, no sé cuándo lo necesito. Puede que quieras hacerte mil tarjetas para cada sector, pero lo mejor es que te hagas tarjetas generalistas muy claras y a buen precio, que te valgan para todos los públicos.

Las hay también de formas imposibles, que no se adaptan a ningún tarjetero y que terminan en las papeleras, y las hay por fin decoradas con un logo, en letra árabe o china que ni tú mismo sabes qué pone.

Aunque siempre defiendo que la mejor tarjeta de visita eres tú, lo cierto es que las de cartón también cuentan. Y si tu tarjeta tiene un nombre imposible, una dirección de email tan chiquitita que no puedo ver, unos teléfonos que ya no son, y una letra y una profesión que no puedo comprender… ¿para qué me vale?

En Rocío del Cerro Comunicación te asesoramos, te las diseñamos y te las mandamos a casa. Porque en la tarea de buscar clientes, no puedes confiar el trabajo a cualquiera.

Octubre: ¿Por qué no te animas a aprender comunicación conmigo?

“Como decíamos ayer”… que han dicho tantos ilustres para hacer referencia a un tiempo entre paréntesis. Como decíamos hace casi un año, la comunicación es parte fundamental de mi vida. He estado un año, alejada del blog, poniendo negro sobre blanco el proyecto de mi Tesis doctoral. Meses donde he centrado el estudio y la investigación en una Tesis que habla sobre la política e Internet, y de la que he aprendido tanto. Ahora feliz, vuelvo a mi blog, a compartir con vosotros mi experiencia, y todo lo nuevo que he asimilado en este periodo. Prepararse y enseñar forman parte del mismo capítulo, el reciclaje continuo.

Ahora estoy lanzando cursos de fin de semana, cursos de 12 horas para aprender a hablar en público, para tener una comunicación más eficaz, para tener herramientas con las que ser más brillante, vender mejor tus ideas y no tener que morir de nervios en el intento. ¡¡¡ Luces, cámara, comunicación !!!

Me doy cuenta de que no solo los políticos que buscan el liderazgo, sino los empresarios y los emprendedores que buscan el éxito en los negocios deben centrarse en mejorar su comunicación. Si no sabes explicar tu negocio, no existe. Si tu postura contradice tu mensaje, no ofreces confianza, si no eres capaz de estructuras tu mensaje, te pierdes.

Y para aprender, ya sabes, lo mejor es practicar y ver cuáles son los puntos de mejora. Por eso, en nuestros cursos, en Rocío del Cerro Comunicación, ofrecemos poca teoría y mucha práctica, delante de la cámara, grabando tu voz, analizando tus posturas… analizando los puntos de mejora, y afianzando lo que enseñamos.

Solo practicando, viendo, analizando, mejorando… te convertirás en un líder en comunicación, sin que hablar en público signifique que te suden las manos y se caigan los papeles, sin quedarte en blanco, sin dejar en el tintero las ideas que querían comentar.

No es magia, es trabajo, pero cuando uno aprende el resultado se le parece.

La comunicación… ¿es pasión o perfección?

A todos nos pasa. Conocemos gente que nos impacta, gente que tiene mucho que decir y que lo dice de la forma en que menos te lo esperas.
Estaba yo presentando la semana pasada el Primer Congreso de EFQM, Resiliencia y Coaching, cuando a primera hora de la mañana me presentaban a un chico joven, en una silla de ruedas, aquejado de una parálisis… y me decían: esta es la verdadera estrella de este congreso, el que inspira encuentros como estos, alguien único del que vas a aprender.
Y pensé, qué amable esta gente… “cuanto buenismo, y cuanto encanto”. Y me equivoqué. No sabía que ese chico de la silla de ruedas no era un chico en una silla de ruedas aquejado de parálisis… era Iago Santalla, y efectivamente era un referente para el Congreso de resiliencia, e iba a ser un referente para mí.
Su debilidad se hizo fuerte cuando seguro, de frente, a bocajarro preguntó:

-¿soy yo el único discapacitado, no tienen ustedes ninguna discapacidad?

Y a partir de ahí el auditorio, enorme auditorio, dejó de pestañear, toser, moverse… lo tuvo rendido a sus pies. Su dicción, no era perfecta; su vocalización era nula, su modulación, escasa, no dominada el escenario por supuesto… pero tenía pasión, fuerza, y solidez argumental. Iago Santalla no era un cantamañanas, Iago es un coach que está terminando su doctorado, que ha desarrollado toda una teoría acerca del absurdo de la limitación; y del valor de la resiliencia, de hacer frente a la adversidad.

Aprendí no solo el valor de su teoría, sino que recibí un revolcón sobre algunas creencias acerca de la comunicación: Aquel auditorio estaba prendido de su esfuerzo, enamorado de su atrevimiento, cautivado por su teoría, pendiente de sus power points, sencillos y llenos de fuerza…

Tres cuartos de hora, de una alocución, donde el cerebro tenía que ayudar a terminar algunas palabras del conferenciante, donde había que fijar la atención, donde no había movimiento… puso a la sala en pie.
Hasta ahora solo conocía los ipads, ipods, iphones, e Iplay12…ahora conozco los “ilímites”, la capacidad del ser humano para aplicar distintas perspectivas al problema, hasta dar con la clave del mismo.
Y entonces pensé, Iago tiene una pasión inusitada, un orden expositivo que hace que el auditorio no se pierda, una ayuda gráfica que apoya su mensaje… y un elemento diferenciador que es su verdad a la hora de hablar de discapacidad, y resiliencia.

La comunicación sin pasión, cuando se habla en público queda en nada. No consiste en saber, sino en querer comunicar, en escuchar a la sala que te oye…y en eso Iago saca matrícula de honor. La sonrisa, la emoción… son fuerzas capaces de eliminar la distancia… son caminos que unen mentes y corazones que quieren comunicarse.
#iagosantalla hablaba de la necesidad de quitar no solo los bordillos físicos de las aceras, sino nuestros bordillos mentales a la hora de escuchar y entender a gente con discapacidad. Entendí de lo que hablaba, y me apliqué el cuento de que enseñar comunicación es sobre todo enseñar el camino de la empatía, de la fuerza y de la credibilidad para estar con y no frente al auditorio.

Gracias @iagosantalla, desde que te escuché me prometí dedicarte una entrada en mi blog.

Comunicación: ¿Incomprendido por tu cliente?

De lo que más ocupa y preocupa en estos momentos a las personas que me consultan es si la forma que tienen de comunicar, comunica… es decir si se les entiende.

En esta época en que para ser moderno hay que tirar de miles de anglicismos, muchos compañeros sobre todo los que se dedican a páginas webs, a SEO y todas estas cosas me dicen que a veces se sienten incomprendidos por los clientes…

A voz de pronto te diría tres cosas

  • El cliente es el protagonista y el rey del negocio, sin él, no existes… y lo más importante es que exista en tu órbita de trabajo. Ser genial, entendido, y doctorado está estupendo, pero ser tan redicho y tan pedante como para provocar alejamiento, no. Igual que se dice que en una relación, una educación excesiva es una barrera… un exceso de anglicismos, palabras técnicas, etc. provocan alejamiento, desconfianza y ruptura por parte del cliente. Veo a gente que quiere ir de estupenda y de entendida en la materia, ve solo de gente que quiere ayudar a gente. Las relaciones asimétricas en las que uno se cree más que el otro, o habla con términos que el otro no entiende… están destinadas al fracaso. El respeto y la empatía son los mejores aliados
  • Cuando no eres capaz de transmitir exactamente lo que haces para que todo el mundo lo entienda, es que no tienes bien asumido lo que haces, ni todos los posibilidades que puedes brindar a multitud de clientes. ¿Eres capaz de explicar quiénes son los Reyes Magos a un niño de 5 años, a un inglés, a un señor de 80 o una vedette de 40? Eso es que lo tienes interiorizado. Igual tiene que pasar con tus ideas, tu negocio o tu propuesta de ventas. ¿Sabes cuál es tu discurso, tu cartel de venta… lo que tienes que decir… en las circunstancias y ante personas más diversas?
  • Dicen que un negocio sale adelante cuando eres capaz de encontrar tu cliente ideal, tu nicho de mercado. Encuéntralo y adáptate. Haz tú el esfuerzo de adaptarte, él va a hacer el esfuerzo de pagarte.

Veo gente tan perdida con las redes sociales, tan ojiplática ante el discurso que ofrecen algunos sobre técnicas de nombre imposible… que no sé quién me da más pena… el que se perdió un minuto y se alejó cortado por no entender nada; o el que perdió un cliente por no saber explicarse.

Condimentos de la comunicación

Con el paso del tiempo me doy cuenta de que una de las cosas que hace más atractiva a una persona es la cantidad de nuevos ingredientes que tiene su forma de hablar, su forma de comunicarse.

  • Las personas que tienen buenas anécdotas y sentido del humor son más nutritivas, que diría Goleman, son aquellas que atraen, que te hacen desear seguir escuchándolas. No son panfletarias, son divertidas, saben salir de situaciones grises, tensas o aburridas y conocen los métodos para devolver la alegría a una comunicación que pierde fuelle. Un tío triste es un triste tío, y un empresario sin sonrisa, es un empresario sin clientes.
  • Las personas que viajan y están en contacto con otras no solo tienen la enorme suerte de hablar idiomas o atreverse a chapurrearlos, son personas que además saben incorporar a su habla cotidiana, palabras llegadas de muy lejos. Palabras canarias que cuando hablas con un canario pueden ofrecer un guiño de complicidad; nombres de guisos manchegos, que pueden ayudarte a poner una sonrisa, expresiones andaluzas que pueden provocar cercanía… Comunicación que conecta gente con gente
  • Las personas que leen, y que se dejan empapar por lo que leen, haciendo suyas muchas ideas, son enormemente atractivas. Hablan con más perspectiva, más vocabulario, más cultura… Comunican nuevas ideas, nuevos autores, nuevos vocablos, modas…

Cultura y pedantería no son la misma cosa y solo quien es un burro puede asimilarlas. Un pedorro es un aburrido que aburre a otras personas, una persona culta es alguien con condimentos, que sabe poner en la conversación puntos de vista nuevos.

En tu comunicación ¿enriqueces o quemas? ¿Cuáles son tus condimentos?

Lee, también en verano, ya no hay excusas, en papel, digital… los libros, los artículos, los reportajes te lo ponen fácil.

Cuida los condimentos de tu comunicación.